POR ÁNGEL RÍOS MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE BLANCA (MURCIA)
El nuevo cementerio.
En sesión de 24 de agosto, debiendo procederse en breve a la recepción definitiva de las obras del nuevo cementerio, practicadas por el contratista D. José Ortiz Piñera, bajo la dirección del arquitecto provincial D. Justo Millán Espinosa, natural de Hellín (Albacete), por haber transcurrido con exceso el plazo de garantía de los seis meses estipulados y por venir reclamando dicho contratista el pago de las 1320,50 pesetas que se le restan adeudando del total del importe de las mismas, que lo fue de 13.622,50 pesetas, en razón a que ya tiene percibidas 12.302 pesetas, según libramientos números 158 y 179 de 1894 a 95, se acordó por unanimidad nombrar en comisión a los Sres. D. Jesús Molina Fernández y D. Pascual Caballero Molina, Primer Teniente Alcalde y Regidor Síndico respectivamente, para que a nombre de este municipio intervengan en el acto de recepción definitiva, autorizando la correspondiente acta en unión de los referidos señores Arquitecto y Contratista, procediendo con la mayor escrupulosidad a fin de que no puedan sufrir perjuicios los intereses de este municipio.
El día 26 de agosto de 1896, a las 10 de la mañana, se constituyeron en el nuevo cementerio los señores D. Jesús Molina Fernández y D. Pascual Caballero Molina, en representación del Ayuntamiento; D. Justo Millán, Arquitecto Provincial y Director de las obras; y el contratista D. José Ortiz Piñera, se realizó la recepción definitiva del cementerio y verificó el pago pendiente al contratista, una vez transcurridos los seis meses de garantía.
El Reglamento para el régimen y conservación del cementerio católico de esta villa de Blanca se redactó el 15 de mayo de 1896 y fue aprobado por el Gobierno civil a finales de septiembre del mismo año. En los días 20 y 21 de diciembre de 1897, un temporal, con lluvia y vientos fuertes huracanados, originó grandes desperfectos en la cubierta de las dependencias del nuevo cementerio y, ante el temor de que puedan ocurrir lluvias propias de la estación que hicieran mayor lo citado, el Alcalde ordenó la reparación de las mismas, lo que había originado un gasto de 8,75 pesetas, según la cuenta rendida por el maestro albañil Antonio Molina Sánchez y de lo que se informó en la sesión de 27 de diciembre.
En la supletoria de 19 de enero de 1898, presidida por el Primer teniente alcalde, D. Jesús Molina Fernández, se acordó reparar provisionalmente la pared de saliente del cementerio viejo, derruida a causa de las continuas lluvias actuales, a fin de que quede cerrado es acceso a este sagrado lugar. Importó 2 pesetas. La plantación de árboles se acordó en sesión de 9 de enero de 1899, era alcalde D. José María Pinar Castillo.