POR LEOCADIO REDONDO ESPINA, CRONISTA OFICIAL DE NAVA (ASTURIAS)
El concejo sidrero rinde merecidos homenajes a Eduardo Solís, Jacques Sangrouber y José Luis Arboleya.
Son las mujeres y los hombres que habitan en los pequeños núcleos rurales, pueblos, villas y ciudades los que, con su vida y trabajo y con su trayectoria e interacción social, van dando forma, día a día, año a año, a su historia. Por eso me resulta grato reseñar que el lunes 6 el Gobierno Municipal en Pleno aprobó por unanimidad la concesión del título de hijos adoptivos del concejo, en razón a sus méritos respectivos, a Eduardo Solís Fernández, allerano de nacimiento y párroco de San Bartolomé, que lleva treinta años de labor sacerdotal en la capital naveta, y a Jacques André Sangrouber, a título póstumo, pues, como es sabido Jacques, nacido en Suiza y casado con una naveta, falleció en junio de 2022.