Hace tres décadas comencé un trabajo histórico que nunca pretendía ser un libro, pero con el paso de los días cobró un amplio grosor de páginas de historia, se abordaba una investigación histórica sobre los honores y distinciones que el pueblo de Aranjuez, a través de su Ayuntamiento, había otorgado en diferentes apartados a instituciones, personalidades o vecinos de nuestro pueblo que fueran merecedores por diversidad de conceptos.
Con el paso de los años este libro sigue abierto, se incorporan episodios que vayan sucediendo, aunque no tengo muy claro que algún día vez la luz. Por ello he decidido dar a conocer notables episodios que sucedieron en nuestro Aranjuez. En este caso se expone el único título otorgado como Alcaldes Honorarios del Real Sitio y Villa de Aranjuez.
El día 16 de enero de 1925, en el Pleno presidido por el Teniente de Alcalde, Tomás Gómez Hervas, por la ausencia del Alcalde José Gullón Benéitez que se encontraba enfermo –Gullón llegó al cargo de Regidor el día 20 de octubre de 1923, abandonándolo el día 1 de junio de 1925– se trataba la propuesta de otorgar los títulos de Alcaldes Honorarios del Real Sitio, galardones que desde la institucionalización del Consistorio, hasta la fecha actual, son únicos, ya que nunca antes el Ayuntamiento ribereño lo había otorgado a ningún personaje.
El Edil Gómez presentó al Pleno por orden del titular Gullón, una circular que remitía el Regidor del Ayuntamiento de Madrid, ésta contenía el acuerdo en tres partes que se había adoptado por la Corporación madrileña suscrita por la totalidad de los Ediles, recogiendo en primer lugar el nombramiento en favor de «SS.MM. los Reyes D. Alfonso XIII y Dª. Victoria Eugenia, [como] Alcalde y Alcaldesa honorarios de Madrid».