SE CELEBRO LA SUBASTA DE REGALOS DONADOS A LA COFRADÍA POR LOS CIUDADANOS QUE, COMO SEÑALA RICARDO GUERRA, COFRADE Y CRONISTA OFICIAL DE ARÉVALO, «UTILIZAMOS ESOS FONDOS PARA LLEVAR A CABO DIFERENTES OBRAS DE CARÁCTER SOCIAL»
A las once de la mañana dio comienzo en la iglesia de Santo Domingo de la ciudad de Arévalo una multitudinaria misa presidida por el obispo de Ávila, Jesús García Burillo. En honor a la Virgen de las Angustias, patrona de Arévalo y su comarca que en este lunes. Su día, salió en procesión, después, para recorrer algunas de las principales calles locales.
El sol, acompañó en esta jornada festiva con bajas temperaturas también, pero la luminosidad de la jornada animó a todos los vecinos de este municipio y también a muchos otros venidos desde otros puntos de la comarca a salir a la calle con sus mejores galas. No en vano, se celebraba una de las fiestas principales, que reúne mucha devoción y que se vive con intensidad.
Así lo afirmaba el alcalde de Arévalo, Vidal Galicia Jaramillo, al finalizar la misa, quien reconoció a esta redacción, cuando Nuestra Señora de Las Angustias, atravesaba el marco del templo para presentarse en la calle ante los acordes del Himno Nacional de España, que esta es una fiesta muy importante «y muy cargada de emotividad». Son dos los patrones que tiene Arévalo, San Victorino y Nuestra Señora de las Angustias y cuando se celebran sus fiestas, esta ciudad se vuelca. Bien es verdad que «Las Angustias tiene más sentido religioso» y es más del pueblo. «Es la Virgen de todos», añadía el regidor municipal, que se hacía acompañar del subdelegado del Gobierno en Ávila, José Luis Rivas; el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Francisco José Sánchez; y la diputada María Jesús Jiménez, en representación de la Institución provincial y diferentes alcaldes de la zona.
El ambiente que se respiraba en la plaza del Real y en sus calles adyacentes daba buena muestra de ello. Los recuerdos en una fiesta con larga tradición se congregaban también a lo largo del recorrido de la Virgen, a la que abría camino la Banda Municipal de Música de Arévalo. «En este día le pedimos a la patrona muchas cosas», afirmaba Galicia Jaramillo que emprendía el recorrido habitual tras la imagen (plaza del Arrabal, calle Caldereros, Capitán Luis Vara, glorieta de San Francisco y regreso por las mismas vías). En la plaza, las atracciones de feria y la pasarela en la que se desarrollaría después la popular subasta de regalos donados por el pueblo esperaban la vuelta de la imagen al templo para iniciar otro tipo de festejo en el que grandes y pequeños se implicaron hasta el final de la jornada prácticamente. Sin embargo, este año, la fiesta tenía, además, una significación especial.
Abierta a la ciudad.
La fiesta comenzó en días atrás con la novena a la Virgen. El domingo 8 de febrero se celebraron las Vísperas con la hoguera nocturna tras la misa de difuntos y el canto de La Salve popular. Sin embargo, el día grande, celebrado este lunes contaba con un esplendor especial, además del que propiciaba el sol reinante en la jornada. Y es que, el obispo de Ávila anunció la aprobación de los nuevos estatutos de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias gracias a los cuales, esta entidad se abre al pueblo entero.
De tal manera, se produce este año un antes y un después no sólo en el seno de la Cofradía, sino en el de la ciudadanía puesto que todo aquél que quiera y sienta el fervor necesario podrá formar parte de ella a partir de ahora., tal y como se señala.
La Subasta.
A partir de las 13 horas, aproximadamente, comenzó en la plaza del Arrabal la subasta de regalos donados a la cofradía por los ciudadanos. Tartas, vinos, aceite, otras bebidas espirituosas y los tradicionales gallos, a los que se unía algún capón, formaban un curioso bazar que iba mostrándose a los cientos de personas congregadas en torno a la pasarela sobre la que un voluntario mostraba las donaciones subastables. Se trata de un acontecimiento que lleva desarrollándose más de 50 años y que tiene como objetivo recaudar fondos para la Cofradía con el fin de que pueda recabar fondos para atender los gastos que conlleva estar al cuidado de su mentora aunque también, tal y como señala Ricardo Guerra, cofrade y Cronista Oficial de Arévalo, «utilizamos esos fondos para llevar a cabo diferentes obras de carácter social».
Fuente: http://www.diariodeavila.es/