POR FRANCISCO SALA ANIORTE, CRONISTA OFICIAL DE TORREVIEJA
El expediente del proyecto del puerto ya se encontraba en manos del ponente Manuel Díez en Madrid y sólo le faltaba un decidido impulso fuera adelante. Los torrevejenses tenían una gran esperanza en Juan de la Cierva y más cuando fueron a visitarle oyeron de sus propios labios palabras alentadoras.
El expediente de construcción estaba terminado; su autor, el notable ingeniero Julio Diamante, confeccionó un proyecto magnífico sin ser sumamente costoso. Figuraban en primer lugar, dos diques: uno, con escollera, el de la cantera del Salaret, para el núcleo central; y otro, con piedra de una cantera de Santa Pola, para los revestimientos protectores. Y figuraban también los muelles atracables, plenamente justificados por el comercio de exportación.
El exdiputado a Cortes por Daroca, Luis Díez Guirao de Revenga, recibió del ministro de Fomento, Juan de la Cierva, una carta fechada en Madrid el 27 de julio de 1921, diciendo:
“Sr. don Luis Guirao de Revenga
Mi querido amigo: Me complace comunicarte que he aprobado el proyecto del Puerto de Torrevieja, asunto que tanto interés te inspira y del que he participado desde el primer momento.
Haré cuanto esté de mi parte porque se activen las obras y me reitero tuyo buen amigo.
J. de la Cierva”
El exdiputado a Cortes por Daroca, Luis Díez Guirao de Revenga, recibió otras cartas relacionadas con la construcción del puerto de Torrevieja.
Del ingeniero jefe del Servicio Central de Puertos y Faros:
“Mi querido amigo: Como contestación a su atenta última, tengo el gusto de manifestarle que el proyecto del puerto de Torrevieja, a que en la suya se refiere, fue, efectivamente, aprobado en principio y en sus líneas generales; pero se devolvió nuevamente para sean en él practicadas las modificaciones que señalaba en su dictamen el consejo de Obras Públicas. Una vez realizado esto y devuelto el proyecto a este Ministerio, podrá incoarse el expediente de subasta, que tiene los trámites que usted ya conoce y que si lo desea, no tendré inconveniente en comunicarle.
Aprovecha esta ocasión para repetirse de usted aftmo. a. q. e. s. m., Enrique González Granda.”
Del director general de Obras Públicas:
“Mi querido amigo: En efecto, según me indica en su atenta carta, se ha aprobado, solo en principio, el proyecto del Puerto de Torrevieja, debiendo hacerse en él las modificaciones propuestas por el Consejo de Obras Públicas. Realizado esto por la Jefatura de Alicante, se aprobará definitivamente el proyecto referido, y entonces se instruirá el expediente reglamentario para la subasta, uno de cuyos trámites es oír al Consejo de Estado.
Esto de Torrevieja, por aquellos buenos amigos y por usted, me inspiró siempre grande interés, y aun cuando lo hecho hasta ahora no es todo lo que yo deseo, bastante hemos adelantado en trámites, informes, etc. Mientras aquí esté, pensaré con interés en el asunto.
Al participárselo se reitera suyo buen amigo que le abraza. Juan A. Perea.”
Del ministro de Fomento:
“Mi querido amigo: En cuanto al asunto que motiva su grata, esto es, referente al proyecto del Puerto de Torrevieja, que tanto interés le inspira, tengo el gusto de comunicarle que, con arreglo a sus deseos, he ordenado que se telegrafíe al Ingeniero Jefe de Obras Públicas de Alicante en el sentido que usted me indica, y mucho celebraré que haya posibilidad de complacer a usted y de atender los intereses de esa comarca.
Mi hijo Pepe le devuelve agradecido los saludos y usted sabe que es suyo aftmo. a. s. s. q. e. s. m. José Maestre.”
Del presidente del Consejo de Estado:
“Mi distinguido amigo: No se ha recibido en este Consejo el expediente relativo al proyecto del Puerto de Torrevieja, que con tanto interés me recomienda. Cuando tenga entrada, y el Consejo (que está de vacaciones) reanude sus tareas, procuraré que este asunto sea despachado a la brevedad posible. Su affmo. Amigo q. e. s. mano, R. Andrade.”
De las cartas transcritas se deducía que el proyecto se hallaba pendiente de que en el mismo se introdujeran las reformas indicadas por el Consejo de Obras Públicas.
El 9 de octubre de 1921, el ingeniero Julio Diamante presentó catorce soluciones, siendo aprobada la número diez el 12 de noviembre. En esas fechas, Diego Hernández Illán recibió el siguiente telegrama:
“Ministro de Fomento a Diego Hernández Illán.
Me complazco en participarle he aprobado proyecto reformado ese puerto, ordenando se remita con urgencia Jefatura Alicante para que redacte proyecto definitivo que permita subastarle. Te saludo cariñosamente.”
Diego Hernández Illán recibió de Torrevieja numerosas felicitaciones, entre ellas:
“Telegrafía ministro Fomento haber firmado proyecto Puerto Torrevieja. Le felicitamos sinceramente a la vez que nos felicitamos todos. Pedro, Antonio y Enrique Ballester.”
El 12 de noviembre en la tarde, se recibió en Torrevieja un telegrama en el que el Ministro de Fomento anunciaba la aprobación del proyecto del ansiado puerto. El pueblo entero, en un arranque de alegría, por ver al fin atendidas sus peticiones, se echó a la calle vitoreando al murciano-torrevejense que, desinteresadamente, había trabajado por el engrandecimiento de Torrevieja. Cientos de cohetes cruzaban el espacio transmitiendo a los cuatro vientos el triunfo de un pueblo.
Al día siguiente, el pueblo en masa acudió a la estación con objeto de poder abrazar a Diego Hernández Illán a su llegada a Torrevieja, y todos unidos pudieron participar de la inmensa alegría; más no vino y mandó un telegrama en que reflejó la satisfacción que le embargaba.
En el tren de la mañana del 14 de diciembre llegó a Torrevieja Diego Hernández Illán, para dar cuenta al pueblo de las últimas gestiones por él realizadas en beneficio del puerto.
En el teatro, se celebró una reunión presidida por el alcalde Rafael Sala, concediendo la palabra a Hernández, que fue acogido con una estruendosa ovación por todo el público que llenaba la sala por completo.
El orador dio cuenta de la extensión del proyecto aprobado por el ministro de Fomento, José Maestre Pérez, natural de Monóvar, que abarcaba todo lo solicitado: puerto con muelles para la carga de la sal, y carga y descarga de mercancías.
Se propuso crear una Junta de Fomento, encargada de realizar todas las gestiones en favor de Torrevieja, teniendo como presidentes honorarios al ministro de Fomento, al director general de Obras Públicas, los senadores y diputados, y el general de Marina. Como presidente efectivo a Rafael Sala y como demás miembros y vocales las personas de más representación en todos los órdenes de la población, sin fijarse en las diferencias políticas y primando los intereses de Torrevieja.
De entre el público, el capitán del puerto Francisco Marina, pidió la palabra y propuso que nombrasen a Diego Hernández Illán Hijo Adoptivo de Torrevieja. Proposición que aceptada por todos en medio de vítores. En vista de las aclamaciones el alcalde prometió proponerlo a la corporación.
Con un gran entusiasmo terminó la reunión sin cesar las aclamaciones a España, al rey, al puerto, a Torrevieja, a Diego Hernández Illán y al alcalde.
(Continuará)
Fuente: Semanario VISTA ALEGRE. Torrevieja, 20 de febrero de 2016