POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

Verán. Unos cuentan -y ofrecen documentación- que fue en la montaña navarra, en 1817, donde tuvo su cuna la hoy llamada TORTILLA ESPAÑOLA, o TORTILLA DE PATATA. El documento aportado tiene este texto: «Utilizan dos o tres huevos en tortilla para cinco o seis personas por que nuestras mujeres saben hacer una grande y gorda con pocos huevos mezclando patatas, atapurres de pan u otras cosas…”. Atapurres son migas o rebanadas de pan.

Otros también narran que la tortilla de patatas surgió a iniciativa de una campesina navarra, en 1835, cuando tuvo que recibir en su casa al general carlista Zumalacárregui y a varios de sus soldados y apenas tenía unos pocos huevos y patatas para poder darles cena.

Pues ahora viene «lo último» de nuestra historia. A tenor de los últimos estudios realizados al respecto parece ser que la cuna de la TORTILLA ESPAÑOLA es Extremadura, concretamente VILLANUEVA DE LA SERENA, localidad donde fue preparada por vez primera (que se sepa), en 1798, por don Joseph de Tena Godoy y el Marqués de Robledo, dos grandes terratenientes de la localidad.

Por cierto, en VILLANUEVA DE LA SERENA le hacen honor de fiesta a la TORTILLA DE PATATA.

Aunque el Cronista Oficial de Carreño, ya fallecido, mi gran amigo don Marino Busto, afirmara que en su concejo ya se cultivaba la patata en las llamadas «borronadas», en los finales del siglo XVIII, lo cierto es que fue a partir de los inicios del siglo XIX cuando tuvo su fuerte destino hacia la alimentación humana. Es de suponer, por tanto, que la tortilla de patata, en Asturias, surgiría ya superada la segunda mitad del siglo XIX.

¿Cómo la elaboraban en aquellos tiempos? Vean esta receta con data de 1878: «Hay quienes prefieren ruedas de patata muy fritas y hay quien saltea las ruedas de patata en manteca de vaca con perejil picado; del mismo modo hay quien emplea patata cocida, desmenuzadita, dada una vuelta en la sartén y sazonada con sal y una miaja de pimienta. Entre estos sistemas cabe elegir. Se baten los huevos, se salan y se incorporan en la sartén a la patata para que tome color la tortilla».

¿Se dan cuenta? No era necesario ofrecer datos de cantidades y calidades, temperaturas y tiempos de fritura y de cuajado… ¡Y qué tortillas tan exquisitas hacían las abuelas en sus cocinas de carbón o de leña!

Ahora entre COLUNGA en escena.

Los que «peinan canas» y los que «nos peinamos a toalla» recordamos con especial nostalgia al matrimonio ALVARO DE LOY y su esposa CARMEN quienes en su día regentaron el llamado «Café de Álvaro» (actual Mocambo»), después el restaurante LA CABAÑA DEL MAR, en la playa de La Griega, y finalmente el HOSTAL COSTA VERDE en la villa colunguesa. CARMEN era una cocinera excepcional, tradicional y creativa con especialidades de gran arraigo en la clientela. Tales eran, por ejemplo, la MERLUZA RELLENA, los BUÑUELOS DE PATATA, los FILETES DE TERNERA A LA MILANESA y por encima de todo, con «sello propio», LA TORTILLA A LA CABAÑA DEL MAR.

Era esta una tortilla «tipo sandwich»; es decir un conjunto formado por dos tortillas de patata (españolas) no muy gruesas, superpuestas, y entre ambas, bien distribuidas, unas lonchas de jamón ibérico, o, en capas alternas, unas lonchas de jamón ibérico y otras de queso manchego semicurado. La superficie externa de la tortilla superior iba bañada con una ligera capa de mayonesa y, en ocasiones, si era del gusto del cliente, también con unos espárragos.

Y digo, (mejor, sugiero), yo: ¿Por qué COLUNGA y VILLANUEVA DE LA SERENA no se hermanan a través de una TORTILLA, tipo «Cabaña del Mar», en la que el «relleno» sea JAMÓN DE MONTERRUBIO DE LA SERENA, QUESOS DE LA SERENA y el aceite de fritura también monterrubiano?