TOURNEDOS (TURNEDÓ) ROSSINI
Abr 18 2016

POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

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¿Se acuerdan ustedes de aquella vieja película, estrenada en 1952, titulada «Violetas Imperiales», e interpretada por Carmen Sevilla y Luis Mariano? ¿Y de la canción que en ella se cantaba?

«Violeta para ti.
tengo yo una canción.
La misma que aprendí
en tu antiguo pregón…»

En tal película se narraba un retazo de la historia de Eugenia de Montijo (1826-1920), condesa de Teba, emperatriz consorte de Francia por su matrimonio con el Emperador Napoleón III. Personaje un «demasiado braguetero» que puso los cuernos a su resignada e imperial esposa desde los primeros días de su luna de miel.

Y ella en el espacio sideral o en el asteroide 45 «Eugenia», que así bautizaron los astrónomos a tal cuerpo celeste.

Napoleón III era asiduo comensal del parisino Café Anglais cuyo chef, uno de los más afamados cocineros franceses del siglo XIX, era Adolphe Dugléré; gran amigo, a su vez, del compositor italiano Gioacchino Antonio Rossini (1792-1868) cuyas óperas más afamadas fueron «El Barbero de Sevilla» y «Guillermo Tell».

Rossini, que ganó mucho dinero con su labor musical, era un gran amante de la cocina exquisita e innovadora, especialmente la que combinaba carnes e hígados grasos (foie gras) de oca o de pato.

Se cuenta -ignoro si es verdad el hecho- de que en cierta ocasión fue al Café Anglais y le pidió a Dugléré que le preparara un solomillo de ternera según las instrucciones que él le iría dando «sobre la marcha». Y, de paso, le solicitó que tal invención la ejecutara «cara al público»; cosa a la que se negó el célebre cocinero pues era muy tímido.

Rossini , para lograr su deseo, le propuso una solución al problema, ordenándole que se diera la vuelta y trabajara de espaldas a la gente.-

Lógicamente esa insinuación se la comunicó en francés, pues como decía aquella poesía:

«Admirose un portugúes
al ver que en su tierna infancia
todos los niños de Francia
sabían hablar francés…»

¿Y cuál fue la orden de Rossini?

Pues muy sencilla: «¡Tournez le dos!

Es decir, ¡Vuélvase de espaldas!

Y se dice que esta expresión le pareció «tan musical» a Rossini que decidió bautizar como «tournedos», o turnedós, a ese modo de ofrecer los medallones de solomillo de vacuno (buey o ternera).

¿Cómo se preparan los turnedó a lo Rossini?

Sigan estos pasos:

1.- Doren en mantequilla (por las dos caras) una rebanada de pan de molde y resérvenla caliente.

2.- Pasen por la plancha o sartén bien caliente y engrasada con mantequilla un medallón, de unos 3 cm de grosor, de solomillo de vacuno.

-Colóquenlo encima del pan.

3.- Pasen por la plancha o sartén un filete (escalope) de hígado fresco de pato o de oca. Colóquenlo encima del solomillo.

4.- Sobre el foie distribuyan unas láminas de trufa.

5.- Preparen una salsa al vino de Oporto o de Madeira utilizando la grasa residual en la sartén de fritura y bañen con ella el conjunto de tosta, solomillo, foie y trufa.

Y nada más. Bueno, sí. A la hora de consumir tal placer de manjar pongan algo de música, no de Rossini, sino de VIOLETAS IMPERIALES.

Será un recuerdo cariñoso a Carmen Sevilla.

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