POR JOSÉ ANTONIO FODALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
El culto a María bajo la advocación de SANTA MARÍA DEL MONTE CARMELO, o Nuestra Señora del Carmen y, también, «reduciendo el tratamiento», VIRGEN DEL CARMEN, tiene sus orígenes no marianos, lógicamente, cuando un grupo de eremitas, inspirados en las enseñanzas del profeta Elías, formaron comunidad de oración y de vida santa en el llamado «monte Carmelo», en Israel.
Ya establecido el cristianismo un grupo de frailes fundaron un monasterio en esa zona con destino de culto a María como Santa María del Monte Carmelo; frailes a los que se llamó «carmelitas».
Según la tradición carmelitana el 16 de julio de 1256, la Virgen María se apareció al superior del monacato, San Simón Stock, señalándole el hábito y el escapulario que debía llevar la santa imagen de María.
El culto y devoción a la Virgen del Carmen, ya desde finales del siglo XIII, se extendió rápidamente por toda España; especialmente en zonas costeras o próximas al mar.
De ahí que se la considere patrona de pescadores, de la marinería y de la Armada Española; asignándole el calificativo de Stella Maris (Estrella del mar) y con esta denominación se compuso su himno.
Las «FIESTAS DEL CARMEN», muy extendidas por toda Asturias, tienen tres manifestaciones muy tradicionales.
La primera de ellas es sacar la santa imagen de la Virgen en procesión y honrarla con una «paseo» (en Asturias decimos «saleo») por la mar. Allí, en caricia de oleaje y brisa de sal, se reza un responso por los marineros difuntos y se les recuerda con un ramo de flores que se tira al agua.
La segunda manifestación tiene lugar en CANGAS DEL NARCEA.
Allí, que es municipio de «tierra adentro», se honra a la Virgen con una monumental e impresionante DESCARGA de miles de cohetes y fuegos artificiales. Es un espectáculo digno de conocer.
La tercera manifestación es la «romería del Carmín» en la Pola de Siero; fiesta «de prau» que sigue a la celebración religiosa.
Miles y miles de jóvenes se congregan en el «prau de la fiesta», deseosos de folixa, sidra, bollos preñaos… y lo que surja.
Un cantar muy antiguo decía:
«Fuisti al Carmín de la Pola,
llevasti MEDIES AZULES;
llevástiles emprestaes,
que aquelles non eren tuyes…»
No voy a explicar, aquí y ahora, qué significado y realidad encierra eso de «llevar medias azules» (al igual que un jubón de picos pardos) y porqué se afirma que las tales medias de la moza no «eren suyes sino emprestaes».
A ver si ustedes encuentran la solución a este acertijo y contestan con ella.