POR MANUEL GONZÁLEZ RAMÍREZ, CRONISTA DE ZACATECAS (MÉXICO).
Desde antaño, ha sido una de las muchísimas opciones para sobrevivir en este mundo. Hoy en día, lo sigue siendo para muchas personas, sin importar las quemaduras que puedan sufrir en la boca o rostro.
Este oficio no es privativo de varones adultos, también lo practican mujeres y niños. Aún prevalece en mi memoria una señora muy humilde de la tercera edad que le hacía a la tragafuego en un crucero de la ciudad, junto a un semáforo. Era notorio que no tenía mucha práctica pero para ella era era una opción de granjearse una moneda. Ya no le vuelto a ver.
En Zacatecas ya no es tan común ver un tragafuegos pero de vez en cuando aparece alguno.
En estos tiempos tan difíciles en todos sentidos, la gente busca los más diversos medios lícitos para ganarse el pan de cada día, entre otros, mostrando ciertos dotes (o intentos) de alguna de las manifestaciones circenses en la vía pública, entre ellas, la del tragafuego.