POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
En los Anales de la Medicina, en Ulea, a mediados del siglo XIX; concretamente durante la epidemia de Cólera de los años 1854 y 1855, con ligeros brotes posteriores, se hace constatar la gran labor humanitaria del Alcalde D. Joaquín Miñano Pay, y la de su tío, el Fraile Dominico D. Jesualdo María Miñano López qué, recién, había regresado de Binondo (Filipinas), en donde ejerció su labor pastoral durante una treintena de años.
Durante ese bienio 1854 y 1855, la labor de ambos fue extenuante, intentando paliar dicha enfermedad y agilizando la recogida de cadáveres y su posterior enterramiento en el Cementerio Municipal «La Capellanía» de Ulea. En una población que no llegaba a 450 habitantes, el número de fallecidos alcanzó la cifra de 107, siendo los primeros fallecidos el Sr. Cura Párroco de Ulea y el Médico Titular.
A la sazón, el periódico regional «La Paz de Murcia», también el Liberal y el Diario de Murcia, anuncian el beneficio que se obtiene con la aplicación de «sanguijuelas» en la flexura del codo, para provocar una sangría que eliminaría o por lo menos atenuaría la actividad del bichito que ocasionaba la enfermedad del cólera.
El Cronista murciano D. Antonio Botías, en el periódico » La Verdad de Murcia», nos detalla como se obtenían sanguijuelas (1), traídas desde Málaga, y puestas a la venta en las Apotecas murcianas. En dichos establecimientos sanitarios acudían los políticos uleanos D. Antonio Tomás Sandoval y D. Joaquín Miñano Pay, en donde adquirían unas partidas de sanguijuelas a un precio módico y que de regreso a Ulea, las depositaban en la barbería del «Tío Bartolo»; instalada en la calle mayor y en la industria artesana, de cerámica y mimbres de esparto, de José María Carrillo López.
El Cronista murciano, D. Antonio Botías, nos describe con minuciosidad «el negocio del estraperlo de las sanguijuelas» comandado por el Dr. murciano García de las Bayonas; quien las promocionaba como «Las sanguijuelas, remedio para combatir el Cólera».
La gente pudiente de Ulea emigraba al campo, los que podían, en busca de respirar aire puro, evitar el contagio y el más que probable fallecimiento. El propio Alcalde de Ulea D. Joaquín Miñano Pay, evacuó a sus hermanas a un caserío en su finca de su propiedad, en «la venta Miñano»; posteriormente llamada «Venta de Puñales».
En Ulea, el tío Bartolo «el barbero», promocionó la recogida de sanguijuelas en fuentes, canales de riego, acequias y brazales; comprándolas a un precio módico de 30 reales el centenar y 5 reales la docena. El propio barbero, ante el fallecimiento del médico, era quien las aplicaba, con la autorización expresa del Sr. Alcalde D. Joaquín Miñano Pay y su tío; el Fraile Dominico D. Jesualdo María Miñano López.
También había un puesto de recogida en la tienda de cerámica y cestos de esparto, para protección de botijos, cántaros, librillos, orzas y tinajas del tío José María Carrillo López, ubicada en su casa familiar de la calle Jardines, de Ulea. El precio era idéntico al del el barbero «Tío Bartolo». De esa forma, no existía la competencia económica.
Personalmente, he recavado datos desde la época en que fui estudiante de medicina y ayudante del médico de Ulea, durante las vacaciones, D. Enrique López Giménez, en los años1960 y 1961. Los voceros del pueblo me contaron que los antepasados de la familia Cascales Ayla, se especializaron en la recogida de sanguijuelas hasta qué, con posterioridad, el uso de las sanguijuelas fue reemplazado por las sangrías; no solo para el tratamiento del cólera, sino para tratar los problemas de congestión sanguínea y apoplejía.
La labor humanitaria del Padre Dominico Jesualdo María Miñano López, durante los años de epidemia de Cólera en Ulea, que desde el año 1954, rebrotaba con frecuencia hasta la década de 1880. Dicha labor no pasó inadvertida, siendo acreditada por los distintos boletines que se enviaban desde Ulea a la dirección de Sanidad Murciana, por parte del Alcalde uleano.
La Dirección de Sanidad envió un Memorandum al Gobernador Civil de la Provincia, en los términos que expresaré y que fue publicada en el Boletín Oficial de la Provincia de Murcia, del día 12 de octubre de 1885, constituyendo un auténtico «Retrato Moral» del Padre Jesualdo María Miñano. Su comportamiento fue calificado como «Heroico». Dice lo siguiente:
Lunes 15 de octubre de 1885, Dirección de Beneficencia, Sanidad, y Establecimientos Penales. El Alcalde Presidente del Ayuntamiento de Ulea D. Joaquín Miñano Pay, me dice, con fecha 30 de septiembre de 1855 lo siguiente: Excmo. Sr. Gobernador: Pasadas las penosas amarguras del Cólera Morbo en Ulea, con el que ha sido castigado este humilde pueblo , la Junta de Beneficencia cumple con el sagrado deber de dar a V. E. por la presente, las más rendidas gracias por el socorro a tan humildes ciudadanos, en nombre de S. M. la Reina (q.D.g). Así mismo, esta Junta pone en conocimiento de V. E, el comportamiento caritativo y heroico qué, en días tan azarosos, ha tenido el Presbítero D. Jesualdo María Miñano, a pesar de su edad avanzada y continuos achaques (2). Firmado por «El Marqués de Camacho».
NOTAS:
(1) El tratamiento con sanguijuelas (Hirudoterapia) es de los más antiguos de la Historia de la Medicina; anterior a los 3500 años antes de Cristo.
(2) Libro de la escritora uleana María Elena Miñano Marín, sobre la Vida y obra del Fraile Dominico Jesualdo María Miñano López.