POR MARI CARMEN RICO NAVARRO, CRONISTA OFICIAL DE LA VILLA DE PETRER (ALICANTE)
La Unión de Festejos San Bonifacio Mártir decidió el día 23 del pasado mes de abril suspender las Fiestas de Moros y Cristianos de este año. La decisión fue adoptada por unanimidad en la reunión telemática de la Junta Central Directiva (petrerenfestes.com) de la que forman parte la directiva de la entidad festera, la Mayordomia San Bonifacio Martir Petrer Mayordomia de San Bonifacio Martir y los presidentes de las diez comparsas, reunión en la que también participó el Ayuntamiento de Petrer representado por su alcaldesa y la concejala de Fiestas
Pero ésta no es la primera vez que nos quedamos sin fiesta. Entre 1909 y 1913 no se celebraron por la situación de penuria económica que atravesó Petrer durante esos años. Unos años más tarde también se suspendieron y ello fue debido a cuestiones muy diferentes a las de ahora. La proclamación de la II República, en abril de 1931, y las nuevas consignas políticas hicieron que el pueblo se quedase sin fiestas de Moros y Cristianos hasta 1934. A pesar que las fiestas fueran un motivo de alegría y diversión el que se dedicaran a San Bonifacio las dotaba de un cariz religioso que no encuadraba dentro del recién estrenado escenario político.
La entrada de los republicanos radicales y socialistas en el gobierno municipal supuso la aprobación en agosto de 1931 de la eliminación de consignaciones para fiestas religiosas, el mantenimiento de la iglesia y la prohibición de todos los actos religiosos en las calles. En 1932 el Ayuntamiento renovó su prohibición. Las luchas sobre la cuestión religiosa entre los republicanos radicales y socialistas se mantuvieron en 1933 con la anulación de las fiestas de mayo. En abril de 1934 los republicanos radicales volvieron a controlar la alcaldía y la junta municipal, y éstos eran más moderados y tradicionales que los socialistas en asuntos religiosos por lo que volvió la fiesta.
En 1935 las fiestas de Moros y Cristianos recuperaron pasados esplendores, pese a que no se hizo procesión, pero sí se bajó el santo de la ermita para iniciar las fiesta y se subió desde el templo parroquial el último día, aunque sin sacerdote y acompañado por disparos de alardo. Todos los actos religiosos quedaban restringidos al interior de la Iglesia de San Bartolomé y de la ermita. En él destacan las dos Entradas en las que desfilaron las tres comparsas que había en ese momento: Comparsa Estudiantes Petrel , Caballeros de Flandes (Comparsa Tercio De Flandes Petrer) y Comparsa Moros Viejos Petrer.
En 1936 se celebró el V aniversario de la proclamación de la República Española con festejos populares los días 12, 13, 14 y 30 de abril y la Fiesta del Trabajo el 1º de mayo con cargo al presupuesto municipal pero el tenso ambiente político local motivó que se anularan las fiestas en honor de San Bonifacio. El estallido de la Guerra Civil hizo que éstas no se retomaran hasta 1940.
Desde 1940 hasta hoy hemos tenido 79 años ininterrumpidos de fiesta. Este año no las vamos a celebrar pero estamos seguros que el año que viene las disfrutaremos más y mejor. Ayer, hoy y siempre: “San Bonifaci que fora”.