POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS).
Con su madre Olga en los fogones de Casa Marcial en la localidad parraguesa de La Salgar y con su padre atendiendo a los clientes con esa forma siempre hospitalaria y atenta, José Ignacio Manzano Sánchez (Nacho Manzano) y sus hermanas supieron prolongar esa manera de entender la vida sin olvidar las tradiciones gastronómicas, evocando el recuerdo a través del paladar, pero añadiendo los más variados toques de modernidad que sorprendan al cliente desde el primer momento.
Siempre recuerda Nacho que fueron unos “tortos” -coronados con un revuelto de queso de Cabrales y cebolla- el primer plato que cocinó en La Salgar en el año 1984, cuando él sólo tenía 13 años. El cronista que escribe estas líneas tuvo como alumnos en el Colegio Público “Río Sella” de Arriondas a varios de los hermanos Manzano y, poco después, nuestro creativo cocinero Nacho empezó “a la vieja usanza y como pinche”, cuenta él, a desarrollar su vocación profesional en el restaurante Casa Víctor de Gijón.
A los 22 años asumió la responsabilidad de tomar el mando de su propio restaurante en el antiguo bar de sus padres Casa Marcial y -a partir de ese momento- empezó su nueva faceta como cocinero y como prometedor empresario. Nacho Manzano y sus hermanas Esther, Olga y Sandra -sumándose también su sobrino Jesús- gestionan un puñado de aclamados restaurantes en diferentes puntos de Asturias; además Nacho es desde el año 2009 director gastronómico y socio de “Ibérica Restaurants” en el Reino Unido, con cinco restaurantes en Londres y uno más en Leeds.
Casa Marcial -el más antiguo buque insignia de su grupo hostelero- ha puesto a La Salgar en el punto más alto de la cocina asturiana, rodeada de prados verdes y a escasos kilómetros del mar, en tiempos en los que tanto se habla de la España vaciada.
El reciente reconocimiento de la rigurosa y centenaria guía gastronómica Michelin, concediéndoles la máxima categoría de tres estrellas, es muy importante para los Manzano porque hace que su trabajo tenga aún más visibilidad, generando gran satisfacción a toda la familia, siendo su única preocupación en el mundo de la gastronomía el ser un poco mejores cada día. Sacar el máximo partido con la excelencia suprema, siendo sensatos en cada gesto, repiten los Manzano al frente de su brigada o equipo de cocina de Casa Marcial. Nacho -Hijo Predilecto del concejo de Parres- suele preguntar a sus clientes cómo lo están pasando en sus establecimientos -no solamente cómo están comiendo- porque lo que más le importa es que perdure el recuerdo de la experiencia completa.
La familia Manzano hace de Parres un concejo privilegiado gastronómicamente y sus estrellas hacen del mismo un punto de referencia especial, junto con la estrella que ostenta El Corral del Indianu que dirige el Hijo Adoptivo de Parres José Antonio Campoviejo, en Arriondas. Tratar de emocionar a los clientes con sabores, texturas, presentación de los platos y productos muy seleccionados -sean estos verduras, legumbres, pescados, carnes, postres y tantos otros- es dedicación diaria de esta familia parraguesa de cuyas manos nacen cada día ideas que se hacen realidad en platos con magia.
Nuestro deseo es que Nacho Manzano y toda su familia gocen durante largos años de una vida llena de salud y bienestar, disfrutando con el reconocimiento que bien se merecen por su laureado trabajo, sumándose ahora al exclusivo club de los galardonados con tres estrellas Michelin, únicos en el Principado de Asturias y ya en la suprema gloria gastronómica que pasan a compartir con los otros quince restaurantes que hay en España con la misma distinción. Este artículo que publiqué esta semana en los 46.000 ejemplares gratuitos de “El Fielato-El Nora”.