POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Parece ilógico decir “No le busques tres pies al gato” para replicar a alguien que procura demostrarnos lo indemostrable; contarle tres pies a un gato es fácil. Sería más correcto: “No le busques cinco pies al gato”. Pero en el Quijote, cuando el de la Triste Figura pretende liberar a los galeotes, le dice el comisario: “-¡Váyase vuestra merced, señor, norabuena, su camino adelante, y enderécese ese bacín que trae en la cabeza, y no ande buscando tres pies al gato”. Y cuando en la segunda parte se cuenta la industria que Sancho tuvo para encantar a Dulcinea, el propio Quijote dice: “¡No, sino ándeme yo buscando tres pies al gato por el gusto ajeno! Y más, que así será buscar a Dulcinea por el Toboso como a Marica por Rávena, o al bachiller en Salamanca”. Creo que Cervantes interpreta pie no como sinónimo de pata sino de pie métrico, en cuyo caso gato tiene dos pies (o sílabas) y buscarle tres es de tontos.
Fuente: https://www.lne.es/