POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Desconocía que los terrenos abandonados del viejo HUCA se llamaban parque de Truébano; es más, desconocía que fueran un parque, aunque, por supuesto, me enteré de su inauguración. Antes inaugurábamos embalses de agua, hoy inauguramos embalses de aire, entelequias. Inauguramos lo que podría ser y Dios sabe cuándo será. Inauguramos la foto. Descontamos los beneficios de nuestras intenciones. ¡Tengo una idea, vamos a inaugurarla! ¿Es factible, es realizable, es conveniente? Pues inaugurémosla, pongamos la primera foto y ya veremos si germina. Y así, a base de fotos al aire, de ideas fusiladas por los reporteros, las autoridades matan nuestras esperanzas. ¡SOS Viejo Hospital! ¡SOS Parque de Truébano! Decía Unamuno, en su sentimiento trágico, que nada hay más menguado que suponer intenciones ajenas. ¿Parque de Truébano? Troncos huecos y avisperos.
Fuente: http://www.lne.es/