POR PEPE MONTESERÍN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
A propósito de descongestionar el tráfico norte de la ciudad con un túnel que una la AS-II con la A-63, menté ayer, todo lo llevo a mi terreno, dos novelas tituladas “El túnel”, una de Kellermann y otra de Sábato, a hilo de los proyectos de nuestro cabildo, muy dado a la ficción.
Pues bien, permítaseme prolongar el túnel con otro metafórico y terrible, hecho a versos, de Nicanor Parra, que entroncaría con los versos de Neruda, del “Libro de las preguntas”: “¿No será nuestra vida un túnel entre dos vagas claridades?”, y con la copla de León Felipe:
“Y ahora tenemos que ir al cielo dando un gran rodeo por el camino del infierno, cavando un largo túnel”, y con otro de Juan Ramón Jiménez, “Túnel ciudadano”, donde habla de algo que está, pero que no se tiene ni se desea, que se sabe que no se ha anhelado nunca y que nunca se recordará sino en el indiferente e involuntario descuido del sueño difícil. Mañana termino el túnel.
Fuente: https://www.lne.es/blogs/la-mar-de-oviedo/tunel-ciudadano.html