POR DOMINGO QUIJADA GONZÁLEZ, CRONISTA OFICIAL DE NAVALMORAL DE LA MATA (CÁCERES)
Está hoy en término de Millanes (cerca de las Viñas de Montecillo, junto al arroyuelo de ese nombre). Pero la incorporamos por dos motivos: porque era muy estimada por nuestros antepasados, y porque pertenecía a Navalmoral cuando se construyó. Caso similar a la de las Pilatillas: situada en el arroyo así denominado, en la carretera de Belvís (junto al trazado antiguo y la popular “Gravera”), en el mismo límite con el término de Millanes, con varias pilas de uso vario antes (de ahí su nombre). Por cierto, esta última es bastante antigua (ya existía a principios del siglo XX) y la cantera allí existente no ha impedido que se conserve aún en regular estado. Buen agua («cana»), muy apreciada por los moralos otrora.
Pero, regresando al “Caño de los Herreros”, hasta 1920 no finalizó la delimitación de los términos entre Millanes y Navalmoral, ya que ambos municipios no se ponían de acuerdo en el reparto (desde que desapareció la Campana de la Mata). Y una placa que se conservaba hasta hace unos años en la fuente (eliminada por alguien que no tiene conciencia ni ética de lo que es la auténtica “Memoria Histórica”) reflejaba la fecha y el nombre de quien la construyó o mandó restaurar (Juan Millanes, 1905). Precisamente, Juan Millanes Marcos era en esas fechas Regidor Interventor (concejal responsable de las cuentas municipales) del Ayuntamiento moralo; y años después sería nombrado alcalde de Navalmoral (1914-1915). No recuerdo muy bien, pero creo que la citada lápida está recubierta de cemento, que el municipio moralo debería exigir que se muestre o reponga… Yo ya he puesto la imagen con sus nietos…
Y, se preguntarán algunos, ¿por qué la Corporación morala decidió erigir esa fuente?
Pienso que ya está casi todo dicho: porque, en la fecha de su construcción (y antaño), esas viñas y olivares se repartían entre propietarios millanejos y moralos (aunque, como hemos matizado, la jurisdicción antiguamente era conjunta y hoy pertenezca a Millanes de la Mata). El litigio venía de muy lejos, desde la pertenencia común a la Campana de la Mata y su desaparición en 1855. Pero, como suele suceder cuando dos no se ponen de acuerdo, hasta 1920 no se resolvió el conflicto en cuestión: en ese año, el Ingeniero-Jefe del Avance Catastral, Silverio Pazos, comunica que ya ha finalizado (¡por fin!) la delimitación de los términos de Millanes y Navalmoral. La Corporación le felicita y agradece, así como a su ayudante (Félix García), «por la rectitud e imparcialidad que han demostrado en las operaciones realizadas… con resultados satisfactorios para esta localidad…” (sobre todo en lo concerniente a las Viñas de Montecillo y Casarejo).
Hoy dicha fuente, tras haber estado muchos años semiabandonada, se encuentra bastante bien acondicionada, fluyendo el agua generosamente de sus dos caños (y con abundante “pamplina” y “regajos” en sus pilas, para los que disfrutan con esas exquisitas ensaladas.
Por cierto, y para mayor “morbo”, indicamos su ubicación y acceso para el final: justamente detrás del complejo hostelero del “Gallo” (desde donde se bifurca la Autovía a Plasencia y …), existe un camino público que discurre a su vera y transita por la fuente y arroyuelo de su nombre (a menos de un kilómetro del punto de partida). Desde allí, les aconsejo continuar hasta la hermana localidad de Millanes; regresando después por la popular “ruta del colesterol”. Les aseguro que en otoño y primavera es un primor.