POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ).
La restauración del retablo mayor de la parroquia montijana de San Pedro Apóstol llega a su tramo final. Tras la eliminación del andamiaje, esta Semana Santa pudieron verse las tablas que efigian al apostolado, hasta ahora sin conocer quién o quiénes son sus autores, junto con un Calvario en su ático (Sacra conversatio), la Anunciación y Asunción de la Virgen. Queda pues en esta última fase que están acometiendo los restauradores Carmen Vega Vera y Jesús Morejón González (Empresa de restauración Ábside), la limpieza y restauración de las tablas del banco bajo del retablo, formada por cuatro evangelistas y doctores de la Iglesia. La portentosa maquinaria retablística se atribuye a la valiente mano, que diría Moreno de Vargas del maestro portugués Francisco Morato (+1628), Castelo de Vide es su lugar probable de nacimiento. En cuanto a la autoría de la obra de pincel y debido al consorcio que tenía Morato con el emeritense Cristóbal Gutiérrez, se apunta esa tesis. Si bien, una vez más señalo que en los años que se hizo vivía en Montijo el pintor Diego de Escorcha, de un probable origen italiano.
“El retablo presentaba numerosas deficiencias conservativas, pero destacaban por su gravedad las que venían afectando al propio soporte que hacían peligrar la estabilidad del mismo. Por un lado estaban los daños ocasionados por las termitas y por otro los relacionados con la mala intervención que se llevó a cabo en el retablo durante los años sesenta. Destacaba el mal montaje, perdidas de horizontalidad, deficiencia en los anclajes con el muro… La antigua intervención había llegado a afectar hasta los lienzos, estos estaban muy oscurecidos, destensados y alguno de ellos clavados y pegados al soporte lo que había ocasionado grandes deformaciones por las diferentes tensiones producida.
El problema estructural causado por el ataque de termitas se agravaba en la parte central del retablo, donde la perdida de soporta por la debilidad de la madera hizo que una columna se desprendiera y en la zona de la hornacina que cobija a la imagen San Pedro parte del soporte de la estructura que lo sujetaba había desaparecido, peligrando la estabilidad de la imagen en el retablo”. (Declaraciones de Carmen Vega Vera, licenciada en Bellas Artes, especialista en restauración-conservación, en la web de la parroquia).
La participación de la Parroquia, Junta de Extremadura, Diputación de Badajoz, entidades financieras, aportaciones de los fieles y actividades organizadas para obtener recursos económicos, han posibilitado que este patrimonio religioso, histórico y cultural, del primer tercio del siglo XVII, haya sido recuperado. El problema que afectaba al retablo fue detectado una mañana de domingo del mes de noviembre de 2021.