POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

El antiguo catecismo del P. Astete S.J. prohibía «creer en agüeros, usar de hechicerías y cosas supersticiosas». Lógicamente, los «cristianos viejos», como un servidor, aceptamos sumisos, «pero con reservas», tal prohibición. A mi, por ejemplo, no me gusta el 13; no paso por debajo de una escalera apoyada en la pared; odio (y con razón) los años bisiestos… y de vez en cuando hasta LEO EL HORÓSCOPO de la Nueva España (porque es muy breve)… «pa ver que me pronostica».

Bueno, pues hace unos días me dijo que recibiría UNA INVITACIÓN para un evento que me causaría satisfacción y descanso mental.

¡Oigan! ¿Saben que hoy me pasó precisamente eso?

La Alcaldesa de Colunga me invita, en mi calidad de Cronista Oficial e Hijo predilecto del Concejo, a que acompañe a la Corporación Municipal a la MISA SOLEMNE que tendrá lugar el próximo domingo en la parroquial colunguesa en honor de Nuestra Señora de Loreto.

NUNCA, absolutamente nunca, ningún alcalde ni parroco de Colunga habían tenido conmigo esa consideración. Detalle que agradezco públicamente desde esta página.

Mañana, si Dios me da vida y claridad de juicio, les hablaré de la Virgen de Loreto en Colunga, de su historia y de sus tradiciones, de sus fiestas y romerías. Y lo haré en mi programa LA BUENA TARDE (RPA) a las 18,00 horas y, por su puesto, en estas «Historias…»

Hoy, amigos todos, les comentaré unos GARBONZOS CON MARISQUÍN, guisadinos a lo probe.

Dos son las variedades españolas de garbanzos que gozan de gran popularidad y prestigio.

Unos son los zamoranos de la comarca de La Guareña cultivados desde tiempos muy antiguos en el municipio de FUENTESAÚCO, garbanzos ya elogiados desde los tiempos del siglo XVI puesto que contaban con protección regia. Actualmente gozan de DOP. Son garbanzos de tamaño medio, color cremoso, cuerpo redondeado con rugosidad intermedia, pico curvo y pronunciado, y carne muy mantecosa. Riquísimos.

Los otros son los llamados «pedrosillanos», muy cultivados en las Comunidades de Castilla y León, y Castilla -La Mancha, cuyo origen, por lo que se, se debe a las comarcas iniciales de su cultivo: las localidades salmantinas de PEDROSILLO DEL RALO y de PEDROSO DE LA ARMUÑA. Se trata de garbanzos de tamaño pequeño, pico pronunciado y sabor exquisito.

Pues aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que hoy la mañana se presentó un tanto nublada; es decir: «de alpargates y orbayando», pues en nuestro virtual y cibernético CASA PRUDO nos decidimos por un «guisín muy calentín» de garbancinos pedrosillanos con un «poqueñin de mariscu a lo probe».

La cosa fue muy fácil.

Pusimos ayer en remojo de agua unos 400 g de garbanzos pedrosillanos. Hoy, eliminada esa agua de remojo, los estofamos al modo acostumbrado con un poco de cebolla, pimiento, ajo, aceite y los pusimos a cocer con el caldo que soltaron 18 cabezas de langostinos (tamaño medio) previamente fritas en aceite y después, machacadas y mezcladas con agua, pasado todo por un colador. Cocieron en cacerola y a media cocción agregamos las colas de los 18 langostinos (sin caparazón) y 300 g de almejas de cultivo.

Finalizada la cocción y tras un reposo… ¡A comer!

¡Ah! Tengan siempre presente este consejo: «el buen garbanzo ha de ser picudo, arrugaviejado y de culo apanderado».