POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Uno de los poemas más conocidos (que no memorizados, porque es larguísimo) del asturiano don Ramón de Campoamor (1817-1901) es el titulado «El tren expreso». Recuerdo que comenzaba así:
«Habiéndome robado el albedrío
un amor tan infausto como mío,
ya recobrados la quietud y el seso,
volvía de París en tren expreso…»
Yo nunca estuve en París ni viajé en esos grandes y «señorosos» trenes internacionales; sí utilicé, hace de esto muchos años, aquel TREN EXPRÉS, que salía de Gijón hacia las 21 h 30min y llegaba a Madrid, si no había retrasos (que los había) hacia las 8 de la mañana. ¡Casi 11 horas de viaje!
Recordarán que en las estaciones de Renfe siempre había un pequeño edificio anejo (tipo caseta) rotulado con el título, hoy olvidado, de URINARIOS. Su destino: satisfacer la necesidad de algunos viajeros para «hacer aguas menores».
Ya se perdieron las palabras URINARIOS, RETRETE, TREN EXPRÉS y ahora decimos ASEOS, ALVIA, AVE…
Y tampoco decimos ANDANCIU para avisar que hay una pequeña epidemia de algo, ni llamamos PINGARATES al chorrito de brandy o de anís con que «adulteramos» un café o una infusión de manzanilla.
Antiguamente, cuando el comercio importación-exportación con nuestras antiguas «colonias» hispanoamericanas, ya naciones independizadas, era muy importante; los almacenistas de «al por mayor» y comercios de «al por menor» solían rotular así sus establecimientos: ULTRAMARINOS Y COLONIALES. Es decir, pregonaban productos traídos de nuestras viejas colonias de ultramar.
Pues, miren ustedes, si van por Villaviciosa (Asturias), la de los claveles verdes, azules y colorados, se encontrarán con la plena vitalidad de este rótulo con historia ya centenaria. ULTRAMARINOS Y CHOCOLATERÍA DE TERE MIRAVALLES.
Una tienda «de todo», pero de todo en máxima calidad, hoy regentada por otras personas nuevas guiadas con el cariño de tradición que enseñó la titular primera, Tere Miravalles; mujer que ella misma molía el cacao importado de ultramar y elaboraba sus propias tabletas de chocolate.
¡Qué cosas!
Actualmente en nuestra Asturias con «estandarte de fabada», seguimos consumiendo «ultramarinos y coloniales»: ¡¡son LES FABES que importamos de Bolivia!!