JULIÁN HURTADO DE MOLINA TOMA POSESIÓN DE SU NUEVO CARGO Y SEÑALA QUE ESTA FIGURA «DEBE SER DEL SIGLO XXI» Y «ESTAR VOLCADA CON LAS NUEVAS GENERACIONES»
Julián Hurtado de Molina vaticina sin rubor que, a buen seguro, sus crónicas «van a estar antes en Facebook que en papel». Y quien lo dice es el nuevo cronista oficial de la ciudad de Córdoba, el mismo que a partir de ahora tiene que dejar constancia del presente local para que en el futuro los ahora más jóvenes sepan fielmente qué ocurría en su ciudad. Abogado de profesión y con un currículum extenso y variado, Hurtado de Molina fue designado ayer de manera oficial cronista de la capital cordobesa. Una figura que estaba desocupada desde hace más de siete años, desde que falleciera Miguel Salcedo Hierro, su antecesor en el puesto. Una designación, además, la de Hurtado Molina que llega con el respaldo unánime de la Corporación municipal, que acordó su nombramiento en junio de 2016. Es más, su nombre llegó a Capitulares con el apoyo de una docena de instituciones de la ciudad, «la primera vez que está avalado -la designación de un cronista- por tantas instituciones», recuerda. Por ello, continúa, «voy a intentar ser útil».
El nuevo cronista oficial tiene bien aprendidas las tareas y las funciones que debe ejercer, pero anota que esta figura también que ha que tener «una utilidad social y no sólo asesorar al Ayuntamiento o ser un representante cultural». Según Hurtado de Molina, el cronista también tiene algo de «dinamizador sociocultural». Y es que, para este letrado el cronista «narra el presente y también habla de la historia», pero además tiene que «estudiar la cultura y el patrimonio».
CÓRDOBA LLEVABA SIETE AÑOS SIN ESTA FIGURA, TRAS EL FALLECIMIENTO DE MIGUEL SALCEDO HIERRO
El nuevo cronista señala también que su profesión es ser abogado y «me busco la vida con ella», pero confiesa que la historia también le gusta mucho porque «es un bálsamo frente a la inmediatez del trabajo». Ante este nuevo reto personal, reconoce que «muchos pueden pensar que ya está todo dicho, pero no es verdad». Córdoba, anota, «es una ciudad con un intensa vida e historia y el cronista puede ayudar a desvelarla». Hurtado de Molina también hace referencia a su papel en medio de las redes sociales, las tecnologías y la inmediatez de la información, así considera que ahora el cronista «debe ser del siglo XXI» y, para ello, asegura que hay que volcarse con las «nuevas generaciones» para que conozcan la ciudad, tanto su pasado, como su presente y futuro.
Aunque, según dice, aún no tiene asignadas por parte del Ayuntamiento ninguna función -como proponer nombre de calles-, en el discurso que ofreció ayer en la sala Orive ya dejó algunas pistas de lo que quiere poner en marcha desde este puesto. Pero sobre todo, lo primero que quiere es organizar un Congreso de Historia de Córdoba, porque no se ha celebrado uno hasta la fecha, además de desarrollar publicaciones para jóvenes y sepan «que tienen una historia propia».
Al acto de toma de posesión -al que acudieron alrededor de 200 personas, y en el que se escuchó la música del Cuarteto Averroes- no faltaron representantes de la cultura cordobesa, de la política provincial ni tampoco miembros de la corporación municipal, encabezados por la alcaldesa, Isabel Ambrosio, quien destacó el extenso currículum del nuevo cronista. Para él tuvo palabras de reconocimiento y le recordó que su figura puede ahora considerarse «innecesaria, por la superabundancia de información» que existe. Sin embargo, Ambrosio consideró que el cronista es «más que necesario porque es el notario de un presente para quien en futuro quiere saber lo que ha ocurrido». Lo que está claro es que a partir de ahora Julián Hurtado de Molina tendrá que dejar constancia para la historia de los acontecimientos de la capital.
Fuente: http://www.eldiadecordoba.es/ – L. Chaparro