POR JOSÉ ANTONIO FIDALGÓ SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Pues señor, érase un campesino colungués, viejo con años de trabajo y muy experto de vida, que con sus casi noventa años segaba «pación» para sus vacas.
Me acerqué a él, le saludé, y así respondió a mi saludo: «Oye, rapaz, tu que estás estudiau y conoces a tanta xente, ¿a quién habrá que votar n´estes eleciones?».
Al no saber qué contestar para no molestarle, opté por una «salida a la gallega».
«Yo qué se, le dije, estoy tan despistado… ¿qué va a hacer usted?
Reacción inmediata del personaje: «Mira, hom; los que mandaren hasta ahora robaron muchu ya fai tiempu y ultimamente dedicábense a «mantener»; pero a los que van entrar en sin nada… temo que roben munchu en pocu tiempu».
Han pasado unos 30 años desde que viví esta anécdota y he de reconocer el gran acierto que tuvo mi amigo en su profecía.-Leo y oigo, estupefacto, las noticias «económico-fraudulentas» que se divulgan en estos días y dudo «si tales sucesos pudieron ser verdad» o es que vivimos en un país sin moral, sin civismo, sin responsabilidad, sin alma.
«Poderoso caballero es don dinero»; pero ¿es posible que la avaricia de tantos y tantos nos haya hecho caer tan bajo?