POR APULEYO SOTO, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERRA Y LA ACEBEDA (MADRID)
Con un folleto de amor a los colegas del ramo de la Ciudad de Madrid… se presentó en el Establo del Primer Historiador nuestro Cronista decano: Don Enrique de Aguinaga. Séalo por muchos años.
El Niño le recibió, el Niño le dio la mano, y su Madre, la María, se quedó con el regalo. -¡Gracias, Cronista Mayor del Reino del Felipazo!, le dijo entonces José haciendo cruces, serrando los cedros del alto Líbano dispuestos para el Calvario.