«RESPIRAD HONDO, ANUDAD EL PAÑUELU Y A DISFRUTAR», RECOMENDÓ LEOCADIO REDONDO, CRONISTA OFICIAL DE NAVA (ASTURIAS) Y MAESTRO DE CEREMONIAS

Es una de las grandes citas del verano y nunca defrauda. La jornada empezó floja porque el día veraniego que hizo ayer trasladó a muchos a la playa, pero según fue cayendo la tarde, la plaza de Manuel Uría de Nava comenzó a llenarse de una marea de pañuelos verdes dispuesta a celebrar por todo lo alto el día grande del Festival de la Sidra. «Respirad hondo, anudad el pañuelu y a disfrutar», recomendó Leocadio Redondo, cronista oficial de Nava y maestro de ceremonias. Y dicho y hecho; las ganas de diversión llenaron las calles y los negocios de Nava, que estos días cuelgan el cartel de completo. «Es una fiesta que me encanta, tengo cuarenta años y vengo desde que tenía quince, no me la pierdo por nada del mundo y no fallo ni viernes, ni sábado, como Nava no lo hay», aseguró Teresa Alonso, de Oviedo, que acudió junto a su pareja, Alberto Díaz, y un grupo de amigos.

Disfrazado de Pedro Picapiedra se encontraba Miguel Carballeda, de la localidad lucense de Villalba, celebrando su despedida de soltero junto a varios amigos. «Llegamos aquí un poco de rebote, pero con muchas ganas de pasárnoslo bien porque nos han hablado muy bien de esta fiesta», señalaron. El novio contraerá matrimonio el próximo 17 de septiembre. «Nos sentimos como los Rolling Stones», apuntó entre risas.

Tampoco falló en el festival Rebeca Fernández, de Gijón. «Es una de las mejores fiestas del verano por el buen ambiente que hay y vengas con quien vengas siempre se termina haciendo amigos», comentó.

Por la mañana, la Buena Cofradía de los Siceratores de Asturias había hermanado a todos los caldos en un mismo tonel como símbolo de unión. La misma que durante su pregón defendió el periodista Juan Ramón Lucas. «Todos los que amamos la sidra tenemos que ser capaces de unirnos de verdad, hacer un frente común y sacarla al mundo aún con más vigor, aún hay mucho camino por recorrer», aseguró.

Durante su discurso, repleto de anécdotas familiares, Lucas reconoció que tiene «amor» por la sidra. «Siempre ha formado parte de mi vida, es un alimento que hace amigos e imprime carácter; un culín de sidra es una mano tendida, cuando se ofrece se está dando lo mejor de uno», defendió. También hizo hincapié en el rango identitario del caldo y destacó sus propiedades saludables.

«La sidra está de moda»

Numerosas autoridades locales, comarcales y regionales no quisieron perderse el gran chupinazo. La consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez, fiel a la cita, recordó que la producción de sidra supone el 80% del total nacional con 48 millones de litros elaborados al año. «La sidra está de moda y el sector está trabajando muy seriamente para mejorar sus productos», aseguró.

Por su parte, el alcalde de Nava, Juan Cañal, señaló que «es el festival más importante del mundo» y avanzó que la intención del gobierno municipal para la próxima edición es recuperar los fuegos artificiales. «El año pasado volvieron las pipas, este los bolos y tenemos que seguir creciendo», explicó. Tampoco faltó una mención para el Museo de la Sidra y a sus trabajadores, a los que agradeció su esfuerzo a pesar de la delicada situación económica del equipamiento. «Lo voy a llevar en el discurso hasta que consigamos que siga siendo referencia cultural; no podemos perderlo», añadió.

Tras los actos oficiales se abrieron las pipas, con las que se repartieron 1.600 litros de sidra gratuita por varias calles de Nava. «Esto debería haberlo en todos los sitios», destacaron Silvia Hevia y Patricia Montes, de Siero.

El Festival de la Sidra continúa hoy, a las 12 horas, con el XXIX Concurso Internacional de Escanciadores y el XI Festival del Tortu. Por la noche actuarán la orquesta Pasito Show y el grupo local Jandrix Band.

Fuente: http://www.elcomercio.es/ – Lydia Is