POR HERMINIO RAMOS, CRONISTA OFICIAL DE ZAMORA
Cuando repasas un libro que leíste hace tiempo, suele ocurrir que sorprende siempre algún detalle que sin duda pasó desapercibido, pero en esta segunda pasada por delante la nueva carga de ideas, pensamientos o criterios te hacen fijar en datos o incluso temas que en el primer momento podían tener menos actualidad.
Esto es lo que me ha ocurrido con ese libro publicado por el año 22 del pasado siglo por Ricardo Ballesteros y que se titula «Alma sayaguesa», un libro que nos sitúa en aquellas lejanas fechas y nos hace con su estilo una síntesis histórica y geográfica de nuestra comarca a la vez que nos deja muy claramente definidas bastantes de las características más definidas de cómo somos, pensamos y reaccionamos los sayagueses, hasta el punto de que hay páginas que tienen plena actualidad en nuestros días. Al mismo tiempo y de plena actualidad en aquellos momentos cita y dedica recuerdos interesantes y muy significativos a la Guerra de Marruecos que durara hasta el año 25 con el Desembarco de Alhucemas.
El libro tiene en su última parte una amplia sección dedicada a la poesía y es en esta sección donde me ha llamado poderosamente la atención un amplio poema que ocupa las páginas 129-132, titulado «Iberia», y en él el autor desarrolla toda una historia de la triste situación que ofrecen los dos hermanos que se la reparten vueltos de espaldas de manera más triste y negativa que darse pueda. Es curioso observar cómo el autor a lo largo de más de un centenar de versos va repasando motivos, épocas y situaciones en las que se ha planteado a diversos niveles ese problema que vamos a llamar familiar entre los dos hermanos y que unas raras e inexplicables situaciones manipuladas desde fuera en ocasiones han hecho fracasar ese esperado y deseado desde hace siglos reencuentro, y es curioso y a la vez interesante observar la serie de movimientos que en esa época se producen y cómo el señor Ballesteros los recoge y los trata aplicándole sin duda lo más sentido de su pluma la poesía.
Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/