POR MARI CARMEN RICO NAVARRO, CRONISTA OFICIAL DE PETRER (ALICANTE).
Esta emblemática plaza ha sido testigo de los acontecimientos históricos más importantes que tuvieron lugar en Petrer a lo largo del tiempo. Entre estos podemos citar la proclamación de la Constitución de 1812, las proclamaciones de la Segunda República, la lectura de los trece puntos de Negrín y una infinidad de hechos históricos de especial trascendencia para Petrer.
La plaza, desde el punto de vista urbano, tiene forma rectangular, con sus laterales menores presidida por el Ayuntamiento Ayuntamiento de Petrer y la Iglesia de Sant Bartomeu, Apóstol ( San B Parroquia Artolom El apóstol Pedro). A lo largo de su dilatada historia ha tenido varias denominaciones: Mayor, la Constitución, la República, el Generalísimo y la Plaza del Baix. Es aquí donde se concentran los tres poderes facticos municipales: el político, el eclesiástico y el económico, ya que en la citada plaza se ubica, al menos desde el siglo XVII, la casa del salón (el consejo), la iglesia, la abaya o la casa del sacerdote rector, el At la casa del condado, la de mayorazgo y las residencias de los mayores contribuyentes y familias más prestigiosas del pueblo.
La vida en este lugar se remonta a la época romana, llamada Vila Petraria, porque los muebles y propiedades que nos hablan de su importancia son numerosos. Así mismo, otros restos encontrados en la plaza dan testimonio de la existencia de una ocupación de la época musulmana, nuestro Bitrir, específicamente del período Califal, alrededor del siglo X.
A finales del siglo XVII se localizó el Almodi municipal, destinado a mantener el abasto de cereales y prestarlo en condiciones módicas a agricultores y vecinos, quizás en el mismo edificio que una escuela pública, luego dispensario de higiene, a partir de 193 5; desde 1964 y hasta 1998, público biblioteca, museo Petrer entre 1999 y 2019 y, en la actualidad, Turismo Petrer
Según el geógrafo Josep Cavanilles, en 1794 la población alcanzó a 500 vecinos. El pueblo, durante el siglo XVIII, comenzó a planificar y ordenar su crecimiento, los nuevos caminos eran más anchos y rectos. Se montó la plaza del Baix, una plaza que ya presenta un diseño rectangular y que agrega el poder civil y religioso: la casa constorial, ya asignada como tal en 1725, y la iglesia de Sant Bartomeu que, terminada en su fi primera fase en 1783, toma la sol de la antigua iglesia parroquial, más pequeña y orientada hacia la calle Mayor y sobre una cuadra de casas. Las dimensiones y la fisonomía de la plaza no eran como las conocemos hoy. Eran más pequeñas porque entre el consejo y la iglesia había varias casas, como muestra el plan de mediados del siglo XVIII.
En este enclave único también se encontraba la beatería, que era un centro escolar de la iglesia donde una minoría de jóvenes se preparaba para seguir la carrera eclesiástica o estudios de último año, que fue desmantelada y vendida con desamortización Mendizábal Cio en 1837; así como la administración de Correos y la Postal d’Estalvis, en los años veinte del siglo pasado, hasta que se trasladaron a la calle Pedro Requena.
Una acción determinante respecto a esta plaza dio como resultado la que tuvo lugar en 1968 en la demolición de la vivienda adyacente al Ayuntamiento, que sirvió de apertura de la calle Constitución (entonces 18 de julio), ya que no sólo ch ange el e Spai de la Plaza Baix, pero también reorganizó la antigua zona jardín detrás de esta, donde años después, en 1975, se encontró el mosaico romano.
En este espacio urbano se realizaba el mercado los jueves y domingos y los puestos de venta de pescado se ubicaban en las escaleras bajas de la iglesia por la proximidad de la fuente.
La ex Plaza del Baix perdió su aspecto de arquitectura centrista ocho porque la «Casa de la Sala» o el Concejo sufrió un desafortunado cambio y se transformó en un moderno edificio que rompe la apariencia del conjunto, al igual que la Casa E de la Estrella de Fe. En definitiva, es necesario preservar el sabor tradicional del barrio antiguo, pero con una infraestructura adecuada y moderna.
A la plaza sólo se podía acceder por la calle Miguel Amat y por los dos lados de la iglesia hasta que se demolieran las casas que obstruían la comunicación con la plaza Dalt y la calle Constitución.
En esta plaza siempre hubo una fuente y tenemos una consistencia de cinco diferentes. La más antigua de las cuales tenemos noticias data de 1627 y 1920 fue instalada en la pared de los estantes de la iglesia, reemplazando la que se encuentra en el centro de la plaza. Cuando los estantes fueron modificados a finales de los cincuenta del siglo XX fue retirado. La plaza fue remodelada y en el centro se construyó un surtido decorativo circular que duró hasta los años setenta.
En 1819 es conocida como Plaza Mayor. En 1836 y, entre los actos celebrados con motivo de la promulgación de la Constitución de 1812, que fue jurado a Petrer en la misa conventual, se ordenó construir una lápida con la inscripción de «plaza de la Constitución, procl dirigido a Cádiz en el año 1812». En 1914 se plantaron árboles y en 1930 todavía se conocía como la plaza de la Constitución.
Fue en la primera sesión plenaria del gobierno republicano, realizada el 15 de abril de 1931, cuando se cambió el nombre de la plaza de la Constitución a plaza de la República. Durante la contesa civil, específicamente en 1938, se construyó un refugio antiaéreo que se extendió desde la casa del médico don Juan Rico hasta las puertas del Ayuntamiento y a partir del 2021 debido a la futura remodelación de la plaza excavac se llevó a cabo fuera iones arqueológicos en los que El se han localizado dos entradas del refugio con la intención de ver en qué estado se encuentra y, si es posible, se pueda recuperar y poner en valor en las futuras plazas. Después de la guerra, fue designada plaza del Generalísimo en honor a Francisco Franco. Fue en la sesión del 31 de mayo de 1979, en Penes, a poco más de un mes de la formación del primer consejo democrático, cuando se cambió el nombre de este popular enclave petreriano en la plaza del Baix.
En 1951 la plaza adquirió más vida en la construcción de la bolsa y el nuevo consistorio. El edificio del Ayuntamiento durante la guerra civil fue anexionado la casa de al lado, que había sido la casa de la comarca de Elda, que formaba parte de las dependencias municipales. En la reforma llevada a cabo a principios de los años cincuenta, se amplió el consistorio y desapareció la vieja fachada modernista, y definitivamente se unieron los dos edificios, el del Ayuntamiento y el de las viviendas adyacentes. También en esta remodelación se habilitó el mercado municipal en el que hasta ese momento se encontraba el almacén de alcance, mercado que más tarde amplió ocupando los jardines que enfrentaba la Bassa Fonda, detrás del ayuntamiento. Este inmueble se mantuvo hasta 1976, en el que lamentablemente fue demolido para levantar lo que actualmente sabemos. Se perdió el sabor antiguo y rural del primero o, al menos, la magnificencia de la arquitectura franquista del segundo.
Esta plaza es el alma de la ciudad, un lugar destacado de la ciudad, punto de encuentro de niños y adultos, donde se celebran las festividades más genuinas, y es el punto de encuentro después de bautizos, bodas y comuniones, y también, el lugar donde re decimos adiós a nuestro s ti Fuimos amados.
Desde los 80 del siglo pasado, los Conciertos de Verano se han celebrado en este incomparable ambiente y, cada mes de mayo, desde 1969, día en que comienzan las fiestas moros y cristianos, los petrerinos llenan la plaza para unir su voz es y derrite s en la canción Del Pasdoble Petrel, nuestro himno oficial desde 2019.
Los mayores propietarios del pueblo y los más altos exponentes de la vida local tuvieron su residencia en este recinto, entre otros, el condado de Elda, el Maestre, el Abellan, los Planelles, el Rico, el Brigadier Algarra y sus descendientes el doctor don Juan Rico.
Actualmente esta plaza sigue dando sorpresas y en el mes de noviembre de 2021 aparecieron restos de dos mosaicos y el 23 de diciembre se encontró una columna excepcional tallada de gran interés arqueológico con una decoración arquitectónica consistente n una serie de arcos y columnas que, en ausencia de el estudio definitivo, podría pertenecer al siglo V. D. C.
Si quieres saber más sobre este lugar puedes echar un vistazo a mi libro Las Calles de Petrer (2002) y 1779: Las calles perdidas de Petrer (2014), de Manuel Villena. Los dos te permitirán conocer mejor este importante lugar en la historia de Pedro, y podrás descargarlos gratis en la biblioteca. ¡Peter! Lo es.