POR VICENTE VÁZQUEZ HERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE SAX (ALICANTE)
La educación de los niños siempre se ha considerado un asunto muy importante, tanto para las familias como para las autoridades municipales. Así lo puso de manifiesto la Villa de Sax en 1588, cuando solicitó a Felipe II autorización para poder pagar anualmente ciertos salarios que se consideraban de absoluta necesidad, como 4.500 maravedíes anuales para un maestro de niños, porque, “si no lo hubiese, no habría hombre en la villa que escribiese ni leyese, y a ser grande y notable falta”.
Si durante la Edad Media la Iglesia había ostentado cuasi el monopolio de la educación, en el siglo XVI, en el Renacimiento, los concejos se interesan por ella, y comienzan a pagar a un maestro para que se encargue de enseñar a los niños las primeras letras, que se centraba en cuatro saberes: aprendizaje de la escritura del castellano; aprendizaje de la lectura, primero en voz alta y después de forma silenciosa; aprendizaje de las cuentas u operaciones matemáticas de sumar, restar, multiplicar o dividir, con sus tablas que se recitaban en voz alta y con aplicaciones a la vida real; y aprendizaje de la doctrina cristiana a través de los catecismos.
La referencia más antigua que se conserva en el archivo municipal sobre un maestro de escuela en Sax, de apellido Rovira, se remonta a las cuentas de propios de 1516, donde encontramos los siguientes apuntes:
Que di por mandado de los oficiales al maestro de Escuela de dos tercios que se le devían del año pasado del peso (de la harina), 882 maravedíes.
Que pagué a maestre Rovira de primero terçio de peso de salario que le da el qoncejo desde año de 1517, 375 maravedíes.
Vemos que no figura su paga de maestro, por no tener la autorización real, y como el salario del maestro era escaso para su sustento, lo completaban con otros trabajos del municipio, al tener los conocimientos necesarios para realizar los cálculos de la operación conocida como “peso de la harina”, donde se pesaba el trigo antes de ser molido y lo comparaba con la harina obtenida del mismo, evitando así el fraude por parte de los molineros.
FUENTE: https://saxdigital.com/un-maestro-de-escuela-en-sax-en-el-ano-1516/