POR ANTONIO HERRERA CASADO, CRONISTA OFICIAL DE LA PROVINCIA DE GUADALAJARA.
En el estudio introductorio a la novela de Alfredo Villaverde, Antonio Herrera Casado ,el cronista oficial de Guadalajara , afirma con toda la razón, que la historia de Luis de Lucena era “un misterio por resolver
Son muchas las páginas de la historia que están por ser escritas, muchos los testimonios disponibles que nunca han sido tratados, innumerables los archivos por ser visitados. A menudo se reescriben hechos sobre la base de otros escritos, dando por buena toda la información acumulada, capas sedimentadas de datos sin contrastar que no pocas veces mezclan realidad con ficción. Pero cada vez más, afortunadamente, surgen voces que repasan los acontecimientos pretéritos, que enmiendan, rectifican y pulen un pasado que por definición es imprevisible.
Va camino de un cuarto de siglo desde que Alfredo Villaverde y Antonio Herrera Casado publicaran un libro conjunto sobre la obra de Luis de Lucena (Guadalajara 1491-Roma 1552), humanista alcarreño, hombre del Renacimiento, médico y clérigo atraído por la epigrafía y la arqueología de la Antigüedad.
El manuscrito de Lucena, llevó por título la novela histórica de Villaverde, un repaso ficticio, una ficción novelada sobre nuestro paisano, uno del los grandes personajes de nuestra historia, que fue acompañada por un estudio introductorio de Herrera Casado. No era su intención realizar un trabajo novedoso de investigación sino traer a la actualidad a un personaje apenas conocido por dar nombre a uno de los monumentos más representativos de Guadalajara, la Capilla de Luis de Lucena.
Buena parte de la información acumulada sobre nuestro paisano fue generada sin aportar apenas novedades al conocimiento de su vida, careciendo de fuentes documentales fiables. La obra de Juan Catalina García López, Juan Diges Antón o Manuel Sagredo, elaborada a finales del siglo XIX sobre fuentes secundarias, supuso, a pesar de algunos errores y alguna que otra afirmación imposible de demostrar, un avance cualitativo luego recogido por otros autores como Francisco Layna Serrano, que, más bien al contrario, apenas añadió nada a lo ya conocido.
En el estudio introductorio a la novela de Alfredo Villaverde, Herrera Casado afirmaba, con toda la razón, que la historia de Luis de Lucena era “un misterio por resolver”. Por ello cabe congratularse más, si cabe, la lectura de una notable tesis doctoral, bien trabajada y mejor documentada, sobre De Lucena, la de Gonzalo Luengo de Leyva, cuya publicación editorial esperamos se produzca lo antes posible. No resuelve todos los misterios, algo imposible por otra parte, pero sí muchos de quien fuera doctor en Medicina por la Universidad de Montpellier, autor de un conocido tratado contra la peste, reconocido intelectual en la Roma del siglo XVI, introductor de la pintura renacentista en Guadalajara y promotor de la que pudo haber sido la primera biblioteca pública de España. Más que dar la enhorabuena a su autor, a Gonzalo Luengo, debiéramos dárnosla todos. Sea.
FUENTE: https://nuevaalcarria.com/articulos/un-misterio-resuelto