POR RICARDO GUERRA SANCHO, CRONISTA OFICIAL DE ARÉVALO (ÁVILA)
Según los planes de la Confederación Hidrográfica del Duero, se está derribando la presa o azud del Molino de la Isla, por otros es llamado molino de Álvaro de Luna.
Estos días una máquina pesada de gran envergadura está procediendo a la demolición de la presa del histórico Molino de La Isla, en el curso del río Adaja, un plan de la Confederación Hidrográfica del Duero dentro de una tendencia a nivel europeo de eliminar barreras arquitectónicas en los cursos fluviales. Este plan fue presentado en mayo de 2021 en unas “Jornadas Participativas de Medioambiente y Paisaje” celebradas precisamente en el salón de actos del molino, que ha sido restaurado y ahora tiene una cesión de uso del Ayuntamiento de Arévalo a la Confederación. Se abrió con una charla coloquio titulada “El proyecto Life-Duero. Propuestas para las Riberas de Arévalo”, a cargo del Doctor en Ciencias Ambientales, Francisco Durán. También conocimos en esas jornadas la intención de la Confederación de derribar el azud o presa del molino. Y se habló que siempre que no fueran patrimonio histórico.
Ante tal anuncio, se manifestó que ese azud o presa era parte del antiguo molino medieval de La Isla, que ha tenido varios nombres a lo largo de su historia, y por tanto era patrimonio histórico, además de serlo industrial en el catálogo de la Junta de castilla y León. Yo mismo, como Cronista Oficial de la Ciudad y fruto de aquella situación realicé un informe para el Ayuntamiento con amplia exposición de datos históricos de las diversas épocas de actividad de aquel molino harinero de tracción hidráulica, para más tarde, a principios del s. XX convertirse en fábrica de energía eléctrica. Posteriormente de tracción a vapor, y otros usos. En el edificio se han realizado obras de acondicionamiento a lo largo de los diferentes usos que se le dieron, perfectamente documentadas desde el siglo XVI, las últimas recientemente para acondicionar sus espacios para uso cultural y medioambiental.
Recientemente se formalizó una cesión temporal de uso con la Confederación del Duero por parte del Ayuntamiento, instalando en esas dependencias la sede del proyecto Life-Ip Duero, de recuperación de cauces y humedales de los ríos centrales del sur de la cuenca del Duero.
Parece que nada se ha tenido en cuenta, aunque por el paso del tiempo parecía que esas intervenciones se habían reconsiderado. Por ello, con la llegada de máquinas y comienzo del derribo, la expectación se ha tornado en indignación por ese derribo, ocasionando muchos comentarios, también en las redes sociales, con infinidad de preguntas del porqué se está tirando, y muchas manifestaciones de afecto y recuerdos de este espacio de nuestro río.
Nada de lo dicho se ha tenido en cuenta, y sorprende que no se consulte a la población ante una actuación tan drástica.
El hecho es que la máquina sigue martilleando el muro dejando tras de sí un reguero de escombros. Para más irritación, el cierre hermético del entorno y sin embargo la retransmisión en tiempo real a través de una cámara y por YouTube, del proceso de destrucción. Muchos comentarios se están escuchando o leyendo estos días, con impotencia e indignación. Una vez más perdemos patrimonio histórico e industrial sin nadie que lo pare.
Seguiremos informando de este proceso de destrucción.
FUENTE: R.G.S.