POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Fue Muhammad Hafez (o Muhammad Hafiz) uno de los mejores poetas persas del siglo XIV, influenciado por la poesía de Omar Kayyam, manifiesta en sus poemas una cierta melancolía al cantar -y exaltar- los beneficios del vino, el olvido del mundo y, sobre todo, la misteriosa fraternidad entre el amor y la muerte.
Espigando en su poemario, he aquí una preciosa composición dedicada a elogiar «el arroz al azúcar» o «arroz dulce» (arruzzab); una exquisitez precursora de nuestro universal «arroz con leche».
Este es su texto:
«¡Qué excelente es este plato de arruzzab
que trae un joven cocinero
bello como la luna en medio de los cielos!.
Este arroz, más puro que la nieve,
ha sido vestido de doble tela
por vientos y rocíos.
Dispuesto en anchas franjas en la fuente
tiene la blancura de la leche.
Su brillo cansa los ojos,
se creería ver la luna luciente
antes de la hora del crepúsculo.
El azúcar esparcido por sus bordes
destella como un rayo de luz solidificada.»
Los árabes, en su expansión por Europa, y más en concreto por España, fueron los grandes introductores en nuestro país de muchas materias y dulcerías orientales.
El arroz con leche (manjar blanco o manjar imperial, como se decía en el siglo XV-XVI) era dulcería de corte regia y así consta en el Libro de Cuentas de la Corte de los Reyes Católicos.
Y también lo era en todo tipo de celebraciones familiares y populares frecuentes en España. Así, por ejemplo, No había boda, bautizo y fiesta salmantina donde no estuvieran presentes el ARROZ CON LECHE y el BOLLO MAIMÓN, una especie de bizcocho alto y muy esponjoso con forma de gorro persa (es decir, con un hueco central) del que ya nos da buena cuenta Martínez Montiño en los inicios del siglo XVII.
¡Oiga! ¿Y qué pasa con el arroz con leche al modo asturiano?
Miren ustedes: Los asturianos, como queda dicho, NO INVENTAMOS el arroz con leche; sí somos, creo que LOS ÚNICOS, quienes lo servimos requemando azúcar (caramelizando azúcar) en su superficie. Ese es nuestro detalle diferenciador; nuestra señal de identidad asturiana.
Hoy, para celebrar San Mateo, que es festividad ovetense por excelencia, prepararemos una original tarta de arroz con leche.
Con leche, azúcar, canela, limón y arroz de grano redondo, preparamos un arroz con leche según la costumbre de cada cual (el mejor es el que hace la abuela). Al retirarlo del fuego se le añade un poco de leche templada en la que se disolvió una hoja de gelatina.
Aparte, también según el modo personal, se elabora una crema pastelera un tanto espesita.
En un molde circular desmontable, de unos 30 cm de diámetro, se dispone un fondo de lámina de bizcocho; sobre ella se extiende el relleno de arroz con leche y se cubre con la crema pastelera.
Se lleva al frigorífico para que «cuaje bien», se saca y desmolda. En el momento de servir se espolvorea con azúcar y se requema.
¡¡Ah!! No olviden que hoy es «Miércoles de Témporas».
En Gijón (11 h, 30 min) luce el sol. Esto nos augura buen tiempo para el mes de octubre.