POR MANUEL GALEOTE, CRONISTA OFICIAL DE IZNÁJAR (CÓRDOBA)
Desde el fallecimiento de Julio Burell (Iznájar, 1859 – Madrid, 1919) ha transcurrido un siglo. No escribió ni un solo libro pero algunos artículos se publicaron en un volumen (1925). Fue el póstumo Homenaje de la Asociación de la Prensa de Madrid. Se reeditó el volumen en la Colección iznajeña Letras de la Subbética (2007). También allí se publicó en 2009 Retorno al café de Fornos: En el sesquicentenario de Julio Burell (1859-2009).
Nacido el 1 de febrero de 1859, era hijo de un diputado a Cortes por Lucena, secretario del Gobierno Civil de Córdoba y Granada y gobernador civil de Málaga. Perteneció Burell al grupo de escritores iznajeños formado por J. de Castro y Orgaz y sus hijos Cristóbal, Miguel, Luis y Juan. El joven cursó el bachillerato en Córdoba y ya colaboraba en un periódico. En 1874 llegó a Madrid y en el Ateneo fundó la célebre Cacharrería. Pasó pronto a la política y no terminó los estudios de Derecho ni de Filosofía y Letras.
En el Heraldo de Madrid volcó sus afanes. Destacó por su prosa elegante y un estilo polemizador. En el Partido Liberal transitó desde posturas radicales a otras más conservadoras y demócratas. Fue diputado, gobernador civil, director general y ministro (Instrucción Pública y Gobernación). En el Parlamento intervino en cuestiones candentes de la política como el Desastre de 1898 y la neutralidad española en la Primera Guerra Mundial. Por Real Decreto de 1910 abrió a la mujer española el acceso a todas las carreras y todos los títulos y profesiones dependientes de Instrucción Pública. Se liberó a la hija y esposa de solicitar permisos para los estudios (Real Orden, 2.9.1910): «Merece la mujer todo apoyo en su desenvolvimiento intelectual, y todo esfuerzo alentado en su lucha por la vida». Asimismo, reformó las enseñanzas en la Escuela del Hogar y Profesional de la Mujer (1911). Además, nombró a la primera catedrática de España, la Pardo Bazán, cuya cátedra fue auspiciada y creada por Burell.
Fundó y dirigió periódicos como El Globo, El Gráfico y El Mundo. En 1904, El Gráfico, primer diario ilustrado de España, se adelantó a los demás por incorporar fotografías. Aquel «Diario Ilustrado de la Noche» se publicó el 13 de junio: «Queremos que la cámara fotográfica y el lápiz del dibujante copien la verdad de las cosas». Burell contrató como responsable al mejor fotógrafo que halló, un joven de 24 años al que bautizó como Alfonso, firma popular que continuaron sus hijos, Alfonso, Pepe y Luis Sánchez Portela.
Diputado a Cortes por el distrito de Linares-Baeza, estuvo muy vinculado con la circunscripción de Jaén. A petición de la ciudad de Baeza (1916), Burell fue elegido académico de la Real Academia Española por fallecimiento de Echegaray. No tomó posesión del sillón e minúscula por su fallecimiento el 21 de febrero de 1919. El Café de Fornos cerró sus puertas por luto y colocó un letrero: «Cerrado por defunción de D. Julio Burell, en recuerdo de El Cristo en Fornos».
Al conmemorarse los cien años de la pérdida de Burell, el Ayuntamiento de su pueblo natal ha encargado a la Editorial Ánfora Nova un monográfico: Julio Burell (1859-1919). Una pluma luminosa de la Edad de Plata, con trabajos de escritores coetáneos (Gómez Carrillo, Ortega Munilla, Azorín etc.); una selección de textos de Burell y varios estudios. La publicación de este libro se suma a las conmemoraciones de 2019 sobre este preclaro andaluz cordobés nacido en Iznájar.
Fuente: https://www.diariocordoba.com/