POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
El mismo sitio, la misma calle. El mismo rito. La luz que asoma a la misma hora. El mismo olor, las mismas sombras alargadas. Parece que nada ha cambiado. Todo es igual. Un año y otro año. El mismo amor, la misma pasión. La misma música. El mismo andar, el mismo silencio. Todo vuelve a ser lo mismo. Todo está aquí para repetir el agitar de las conciencias, el dolor y los sentimientos. Porque llega un tiempo para la derrota, la verdad y el triunfo. Y así siempre, para que todo, o casi todo, sea lo mismo, aunque nada sea igual.