Es esa inquietud gastronómica rodeada de la fuerza del patrimonio la que ayer desgranaron Ráez y Santos Benítez Floriano, cronista oficial de Cáceres y columnista de este diario. Benítez hizo un repaso exhaustivo y muy interesante del Castillo de la Arguijuela, situado a 14 kilómetros de la ciudad, paso de la Ruta de la Plata y de la Mozárabe en una dehesa que perteneció originariamente a los Blázquez, familia nobiliaria que venía acompañando a Alfonso IX de León en la reconquista de la ciudad el 23 de abril de 1229.

Fueron los Blázquez quienes se instalaron en estas tierras y edificaron un baluarte que formaba parte de las defensas de Cáceres para evitar las internadas de portugueses y árabes así como de defensa y cuidado de los peregrinos que iban a Santiago de Compostela.

Inicialmente fue una edificación tipo casa fuerte construida entre el XV y el XVI. El castillo fue levantado por Francisco de Ovando El Viejo a partir del casamiento de Hernán Blázquez con Leonor de Ovando. Al fallecer éste, la propiedad pasó a Francisco de Ovando el Rico y después a su nieto, Francisco de Ovando Mayoralgo.

Han sido precisamente los Mayoralgo propietarios del castillo a lo largo de la historia. En octubre de 1936, según explicó ayer Santos Benítez, con motivo de la solicitud de ayuda militar de Franco a Hitler, llegaron los primeros carros de combate Panzer I y durante bastantes meses se estableció en el castillo una academia de conductores de vehículos blindados, dirigidos por el coronel alemán Wilhelm von Thoma. «Es curioso cómo en algunas salas de la Torre del Homenaje podemos observar dibujos hechos a lápiz de carros de combate alemanes, realizados por los soldados cuando eran recluidos durante un tiempo como medida disciplinaria», explicaba ayer Benítez, que como curiosidad indicó que la llegada de alemanes a Cáceres (algunos incluso sacerdotes) hizo que algunos cacereños llegaran a aprender el germano.

El actual propietario del castillo es descendiente de los marqueses de Castro Serna, Ramón Hordán de Urríes y Martínez de Galinjosa, vizconde de Roda. Desde 1997 César Raéz y su familia gestionan el edificio, declarado Bien de Interés Cultural desde 1991. Quienes acudan a la jornada de puertas abiertas podrán disfrutar de los blasones de las familias fundadoras, las Ovando Mogollón.

Además, podrán apreciar frente al castillo un espectacular jardín romántico diseñado por Consuelo Correcher, que fue directora del Museo Botánico de Madrid. La realización física del jardín la llevó a cabo el recordado Diosdado Simón Villares, jefe de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Cáceres. Destacan sus olivos centenarios (hay más de 200 de más de 200 o 300 años y más de seis metros de altura).

Además, los participantes podrán acudir a la ermita capilla, separada de la fortaleza principal, dedicada a la advocación de Nuestra Señora de Gracia y construida a finales del XV y principios del XVI.

En la actualidad alberga las imágenes de Nuestro Padre Jesús de la Expiración de la Arguijuela talla anónima de finales del XIV, y Nuestra Madre y Señora de Gracia y Esperanza, obra del escultor Ángel Luis Slater (2003). Los pasos desfilan la mañana del Viernes Santo en la Semana Santa de Cáceres, declarada de Interés Turístico Internacional. Todo esto, y mucho más como la contemplación de 200 obras de arte del castillo, estarán al alcance de todos. Las reservas, en los 927213380 o 927211147. No se arrepentirán.

Fuente: https://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/caceres/viaje-castillo-arguijuela_1123352.html