UNA CORBATA DEL REY EMÉRITO PARA GLORIA FUERTES
Mar 15 2017

POR APULEYO SOTO, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERRA Y LA ACEBEDA (MADRID)

gloria-fuertes-01

“Yo siempre estoy en la Gloria”, decía mi Gloria Fuertes, sacando punta a los versos como una niña riente y enfurruñada que sabe escriturar los papeles y hacerlos volar al aire doblados en varios pliegues como alas de mariposas por ver si en él se mantienen…

Hasta hoy se han mantenido sus poemas indelebles, ya amarillos como el oro, ya blancos como la nieve. Unos son para “mayores”, otros son para los “peques”, todos van de mano en mano, todos vuelan, suenan, huelen, están vivos en los libros, nos recrean y entretienen, juntan –¡qué don que tenía!- las dulzuras con las hieles.

Era Gloria una “poeta de guardia” continuamente; con dos tintos o dos güisquis pintaba la vida breve: “así soy yo”, comentaba, “y vosotros, si os parece”. Y, claro, nos parecía. ¿No les pareciera a ustedes? Porque nos hacía un guiño de aquiescencia a sus quehaceres con esa astuta malicia que le brotaba en las sienes y decíamos que sí: “que sí, Gloria, nos parece”, mirándonos recalcados en cuatro renglones ternes que expresaban lo que todos los humanos bien entienden: “no a la guerra, sí a la paz, amor con amor se tiene”, que el que no goza de amor no sabe lo que se pierde.

La conocí ya mayor, después que en sus Lavapieses se codeara con Hierro y otros vates celeberres, tal Gabriel Celaya, el vasco, que era un niño áspero a veces, o el divino Rafael que se apellidaba Alberti y en la Roma “caminante” soñaba con los cipreses de “La arboleda perdida” allá en un puerto de peces -Puerto de Santamaría- entre gatos siameses.

Tiempos pasados aquellos de vino va, güisqui viene mientras la noche caía como una bella durmiente a la que la luna ronda pepona de coloretes… , y su voz ronca rompía la seriedad del ambiente cual ola gigante y bronca que las rocas estremece.

¡Ay, si mi Gloria viviera! ¡Ay, si mi Gloria volviese! ¡Y cómo se reiría de tanto autosuficiente como pulula hoy en día por este país de “memes”!

Un día que el Rey emérito dio en el Palacio de Oriente una copa a los escribas del Reino, mandó a su Alférez: “Llévale a Gloria a su casa mi corbata, pues la quiere, me la acaba de pedir, creo que se la merece, en Alberto Alcocer, ocho, se la dejas y te vienes”.

Y así fue, que yo lo vi a la mañana siguiente. La “mujer de verso en pecho” se la puso hasta la muerte.

Add your Comment

Calendario

noviembre 2024
L M X J V S D
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930  

Archivos

UN PORTAL QUE CONTINÚA ABIERTO A TODO EL MUNDO