«LOS BOMBEROS DE FERROL LLEGARON CON RETRASO, ERA TIEMPO DE MAREAS VIVAS Y LA MAREA ESTABA MUY BAJA, POR LO QUE TUVIERON DIFICULTADES PARA CONSEGUIR AGUA SUFICIENTE», RELATA RAFAEL USERO GONZÁLEZ, CRONISTA OFICIAL DA VILA E TERRA DE CEDEIRA
Las imágenes de una mujer precipitándose desde un tercer piso del edificio número 1 de la calle Ortigueira, en Cedeira, dejaron sin habla el sábado a miles de personas. Por fortuna, esta vecina que se lanzó al vacío escapando del humo del incendio originado en el cuadro eléctrico del inmueble, salió prácticamente ilesa. Pero a muchos cedeireses les recordó el fuego que destruyó el Cine Teatro Arriví, ubicado en aquella misma esquina. «Era un edificio precioso, ardió en agosto de 1957 y había sido inaugurado en 1929 (…). El viento venía de aquella parte, las pavesas cruzaban el río parte a parte y hubo temor a que prendiera fuego en la zona vieja. Los bomberos de Ferrol llegaron con retraso, era tiempo de mareas vivas y la marea estaba muy baja, por lo que tuvieron dificultades para conseguir agua suficiente», relata Rafael Usero González, Cronista Oficial da Vila e Terra de Cedeira.
«Daquela había tamén un cine e unha pista de verán no Floreal e ese día [el 17 de agosto de 1957] estabamos alí, recordo que ía moito vento e fomos todos ata o lugar do lume», rememora Jesús Barcia Alonso, autor de una maqueta del viejo Cine Teatro Arriví. «Había un surtidor de gasolina xunto á caixa de aforros e carretaron area e mollaron a zona para que non chegara o lume, por medo a que puidera explotar». Este empresario jubilado evoca las sesiones de cine, «coa entrada a unha peseta ou 1,25». Las llamas devoraron la construcción, de la que solo quedaron las paredes, en pie «hasta los años 60, cuando se construyó este edificio [donde se registró el incendio del sábado]», indica Usero.
«El apellido original es Arribi, con b y sin acento, que significa ?dos piedras? en vasco, por un señor que vino de Durango», explica Manuel Villar, marido de la propietaria del Horno Artesano Arribi, María. «Pero -prosigue-, por alguna razón hay una rama que se dio en llamar Arriví, con v y acento». A esta última pertenecía José Arriví López, tío abuelo de María Arribi y abuelo de Concepción Arriví, que vive en Xunqueira. «Se marchó de aquí a Puerto Rico a los 14 años, poco después se fue su hermano Paco [que se convertiría en alcalde de Cedeira] y cuando llegó mi abuelo le dio dos bofetadas por haber tardado tanto en seguirle. Allí estuvieron los seis hermanos. Venían de una familia pobre de Tide, yendo hacia San Andrés, pero en la emigración hicieron fortuna», cuenta la nieta.
«Cuando ardió, en el 57, el teatro ya no pertenecía a los Arriví -precisa Usero-, sino a la familia Freire, con la que se habían asociado en algún momento; pero los Arriví acabaron perdiendo los derechos o renunciaron a ellos y entonces fundaron la pista de O Floreal, donde hubo cine. La primera película se proyectó en 1952, Agustina de Aragón, protagonizada por Aurora Bautista». Poco después, añade el cronista, la familia Freire montó el Tres de Oros, otra sala de cine, en funcionamiento hasta los años 90, donde después acabó instalándose el supermercado Eroski.
Enrico Caruso en Nueva York
De ahí que la destrucción del Cine Teatro Arriví no dejara a los cedeireses huérfanos del séptimo arte. Pero sí les privó de una pieza singular de su patrimonio arquitectónico, «con un sistema constructivo poco habitual en la zona, con mezcla de ladrillo, piedra y madera, de un estilo modernista primario, con influencia de América», constata Villar, arquitecto. Y narra la anécdota oída a su familia política, según la cual José Arriví López habría viajado a Nueva York para ver actuar al tenor italiano Enrico Caruso.
Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/ – Ana F. Cuba