COMO EXPLICA EL CRONISTA OFICIAL DE CEUTA, JOSÉ LUIS GÓMEZ BARCELÓ, LAS EXCURSIONES Y LAS «GIRAS» SIEMPRE HAN SIDO DE GRAN IMPORTANCIA PARA LOS CEUTÍES POR EL CARÁCTER AISLADO DE LA CIUDAD
Una tradición de Ceuta convierte hoy los montes de la ciudad en una auténtica fiesta gastronómica con la celebración del «Día de la Mochila», una jornada festiva que los ceutíes aprovechan para acudir a las zonas montañosas para pasar el día comiendo frutos secos o degustando otro tipo de alimentos.
Coincidiendo con la festividad de Todos los Santos, la autonomía ceutí cumple con una histórica tradición de disfrutar en familia esta jornada en los montes de García Aldave o la zona del Hacho.
La tradición indica que las familias pasan un día de campo e incluso algunas de ellas aprovechan para adelantar unas horas la celebración e irse a acampar en los lugares habilitados al efecto para disfrutar de esta jornada.
«La mochila» supone llevarse una bolsa con frutos secos como castañas, nueces, avellanas y diversas frutas, además de otros alimentos como tortillas de patatas.
Según el blog de la Asociación Cultural Beber de Cine de Ceuta, la festividad se remonta al siglo XIX y sus orígenes no están nada claros pero se presume que tiene un origen «muy sencillo y espontáneo, que deriva directamente de la visita de las familias a los cementerios en estas fechas», asegura la asociación.
Hasta finales del siglo XVIII, los cementerios solían estar en el interior de las ciudades, en los claustros de las iglesias, pero se decidió trasladarlos a las afueras y en el caso de Ceuta a Santa Catalina a principios del siglo XIX y la distancia obligaba a una pequeña excursión a la que acudía toda la familia.
Ya a finales del siglo fue cuando el 1 de noviembre comenzó a tomar el carácter festivo y como explica el cronista oficial de Ceuta, José Luis Gómez Barceló, las excursiones y las «giras» siempre han sido de gran importancia para los ceutíes por el carácter aislado de la ciudad.
La tradición también se relaciona con los hombres que regresaban a Ceuta al finalizar la recogida de frutos secos en la península pero también otras historias relacionan esta tradición con la jornada de la Loma de las Mochilas de la Guerra de África, siendo potenciada por grupos de exploradores que idearon esta fiesta portando bolsas cargadas de frutos secos al monte para poder alimentarse durante la jornada.
Sea cual sea el origen, este día se ha convertido en una de las tradiciones más importantes de los ceutíes que acuden al monte con la popular canción: «Mi mochila, no se la come ni el gallo ni la gallina, nada más que mi barriga».
De esta forma, todos los montes de Ceuta son hoy escenario de esta tradición que únicamente se celebra en la autonomía ceutí, según han informado a Efe fuentes del área de Cultura de la ciudad.
El Gobierno ceutí suele llevar a cabo un dispositivo especial de vigilancia y control de las zonas montañosas para recordar la prohibición de hacer fuegos para evitar daños al medio ambiente en general.
Hoy, los ceutíes disfrutan en los montes de su particular fiesta gastronómica.
Fuente: http://agencias.abc.es/