POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Habla el campo de agosto. Allí, junto a la carretera habitan la pita y la chumbera. Mucho ojito porque se necesita arte y oficio para coger los higos chumbos. Ya hay, en la cocina de alta deconstrucción, hasta “sorbete de higo chumbo” ¡Qué cosas! Y suena la hondura del pregón en los laberintos de la memoria: “altramuces y garbanzos tostados, agua que daban en un barril y una fruta con sabor a verano que sigue: el higo chumbo dulce. Y la respuesta socarrona no se hace esperar: “No caerá esa breva”. (Chumbera en el camino viejo de Barbaño)