POR JUAN CUELLAR, CRONISTA OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE VILLA Y TIERRA DE FUENTIDUEÑA (SEGOVIA)
El pasado sábado 31 de enero tuvo lugar un año más en Fuentepiñel la hoguera que esta pequeña población segoviana enciende desde tiempo inmemorial en honor a Santa Brígida, la santa irlandesa que nació en Faughart en el año 450 y murió el 525 tras fundar varios monasterios, y cuya festividad se celebra el 1 de febrero. Se desconoce cuándo y cómo llegó a Fuentepiñel la devoción por esta santa, de la que apenas si existen en España iglesias o ermitas con su advocación. Tampoco se sabe el año en que pudo construirse la ermita primitiva, pero sí que ya en 1632, recibe donaciones testamentarias. La imagen de la santa se hizo en el año 1730.
Con la Desamortización, a mediados del siglo XIX, se incauta de sus bienes el Estado y ha de ser sostenida por la piedad de los fieles. De propiedad municipal, el pasado año 2009 se llevó a cabo una profunda restauración pues su tejado estaba amenazando ruina. El montante total de la obra ascendió a unos veintiséis mil euros, de los cuales doce mil corrieron a cargo de una devota y el resto los aportó el Ayuntamiento. A sus pies se alza una pequeña espadaña que alberga un gracioso campanillo, y sin duda lo más llamativo de la construcción es una pequeña fuente que se halla embutida en su pared en la esquina noroccidental y que se relaciona con la época condal (siglo X) por la forma de herradura del arco que la cubre.
La hoguera se enciende al caer de la tarde y se mantiene durante varias horas en las cuales, sobre todo por parte de los vecinos del barrio, se reparten bollos, pastas y vino a todos los que se acercan a disfrutar del festejo. No faltan los cantes y los bailes, mientras se volea el campanillo. En los últimos años, se ha convertido ya en costumbre cenar en torno a la luminaria a base de parrilladas de chorizo, panceta, morcilla o chuletas, así como de patatas asadas, aprovechando las ascuas generadas. Este año, al coincidir el acontecimiento en sábado, la asistencia ha sido multitudinaria al poder acudir muchos fuentepiñelanos que han tenido que emigrar y residen fuera del pueblo, y que no lo pueden hacer si la fiesta cae entre semana, habiéndose reunido en torno a un centenar de personas, a pesar de que las condiciones atmosféricas no eran las más apropiadas por las lluvias intermitentes y los fuertes vientos que se han producido a lo largo del fin de semana en todo el país, y algún suceso desgraciado recientemente sufrido por algunos vecinos, a los que se recordó de forma muy especial en la Salve que se canta en honor de la santa y con el que se clausura la celebración.
Fuente: http://www.eladelantado.com/