POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES ARRIONDAS (ASTURIAS).
Una inscripción recuerda al abad Nicolás Díaz Campomanes Sierra y Omaña (1717-1786) en el antiguo canapé, ahora colocado en la plazuela de la Colegiata de San Fernando, formando parte de la fuente anexa al mismo.
En esa inscripción (reformada en el año 1954 en el que perdió los datos originales) se hacía notar que bajo don Nicolás como abad y “reinando la majestad de Carlos III” se fabricaron las escaleras de la Cueva y el paredón que las sostiene, así como los puentes del molino, bajo del santuario y las calzadas desde La Riera hasta Covadonga, precisamente en ese fatídico año de 1777 que concluiría de la peor manera posible.
Según la Real Academia de la Lengua Española una de las acepciones de canapé es «asiento largo y mullido, generalmente con brazos y respaldo, para sentarse o tumbarse».
Otra de las inscripciones en memoria del abad don Nicolás Díaz de Campomanes aún se puede ver en el antiguo mesón (después escolanía de Covadonga durante varias décadas) donde -sobre el arco del zaguán y la solana- se puede leer: “Este mesón se hizo siendo abad el Sr. Don Nicolás Antº Campomanes Sierra y Omaña. Año 1763”.
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