POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
La localidad de Ulea, desde tiempo inmemorial asentada en la ladera del monte El Castillo, siempre se encontraba asustada con el alma en vilo, ya que el desprendimiento de rocas era frecuente en tiempos de lluvias pertinaces.
Las calles Ramón y Cajal y Nueva, ambas en toda su longitud, así como Alta, Arriba y parte de la de D. Juan O’Donnell, sufrían los impactos de rocas desprendidas; sobre todo las casas de la parte norte que, en su mayoría, estaban adosadas a la misma montaña y, algunas tenían cuevas que se adentraban en sus entrañas.
Como la evidencia resultaba palpable, el consistorio tomó cartas en el asunto con la finalidad de proteger dichas viviendas y, por consiguiente, a sus moradores.
El periódico ‘La Verdad de Murcia’ del día 30 de enero de 2016, refiere la entrevista que el periodista Jesús Yelo mantuvo con el Alcalde Víctor López Abenza en la que le relata como se ha conseguido proteger al pueblo de dicha amenaza. La misión, nada fácil, consistía en descolgar las rocas que estaban movidas e inestables y, a las restantes, sujetarlas con unas mallas de acero con la finalidad de evitar su desprendimiento.
Además de colocar dicha malla en forma de abrazadera, se ha efectuado una reforestación con pinos y arbustos autóctonos en todo el tramo protegido por la malla.
Todo el tratamiento para la sujeción y consolidación de las rocas y la protección de las casas de la costera por medio de la reforestación, se ha efectuado con la inversión de 1 millón 100.000 euros.
Gracias a la gestión de nuestras autoridades, las personas que tienen sus viviendas y corrales, aledaños al monte El Castillo, ya podrán vivir y dormir tranquilos.