LA DISEÑADORA CONSTANZA MÁS, QUIEN TRIUNFA EN DESTACADAS PASARELAS CON PRENDAS QUE AÚNAN TECNOLOGÍA Y DISEÑO, ES SEGÚN ANTONIO BOTÍAS UNA APASIONADA DE LA LECTURA, LE ENCANTA IBIZA Y FORMÓ PARTE COMO VOCALISTA DE UN GRUPO
Un vestido que cambia de color en función del movimiento de quien lo luce, que se torna blanco al detenerse, verde al reanudar la marcha y rojo si la persona acelera el paso. No es ciencia ficción, que podría serlo, sino la creación que permitió a la diseñadora murciana Constanza Más (Murcia, 1969) alzarse con el primer premio de un encuentro de expertos en la aplicación de tecnologías 4.0, como sensorización, robótica o ‘wearables’.
Experta en diseño industrial y en moda, atesora diversos premios y prepara su firma para comercializar una ropa que aúna ciencia y elegancia.
Los ‘wearables’ son, para quienes no lo sepan, objetos de uso diario a los que se les incorpora un microprocesador. Y para quienes tampoco lo sepan, esta murciana es el alma de la firma Constanza+Lab, ganadora de la décima edición de Samsung EGO Innovation Project con ocho prendas confeccionadas en blanco y que emiten luz de colores para reflejar las emociones de sus portadores.
La propuesta de Constanza+Lab se compone de estilismos de un minimalismo futurista con líneas horizontales y verticales que se conectan al teléfono móvil y pueden ser personalizadas con luces led en función del estado de ánimo que se tenga. «Esta firma de ropa es un laboratorio donde se investigan nuevos caminos para el textil y la tecnología», explicó en su día la creadora murciana, quien considera que «la moda es un reflejo de nuestro tiempo». Debe serlo.
«Las prendas construyen un lenguaje de emociones, es ropa con superpoderes», aclaró en esa ocasión la diseñadora que estudió Ingeniería de Diseño Industrial y se graduó años más tarde en Diseño de Moda. Esta formación la dotó de una visión global para aplicar la tecnología a esas disciplinas, un sueño cumplido tras muchas horas de desvelos y dedicación que Constanza le ha robado a sus interminables inquietudes intelectuales.
Su debilidad
Quienes la conocen saben que le gusta apaciguar su espíritu en muy diversas fuentes, entre ellas el deporte, que ya practica poco. Y en la literatura, pues se considera una auténtica devoradora de títulos en todos los géneros imaginables, con especial predilección por el ensayo sobre temas sociológicos y la poesía.
O en la música, que igual la hace vibrar el jazz que una pieza clásica, aunque su pasión siempre ha sido el rock. Pocos saben que incluso formó parte de un grupo como vocalista, banda que el trabajo la ha obligado a apartar. Pero solo de momento. Si algún día se aburriera de su labor, algo bastante improbable por cómo le brilla la mirada cuando la describe, a Constanza que la busquen en Ibiza, un lugar que ha visitado durante años por motivos familiares, pero donde le encantaría pasar más tiempo. Aunque tampoco hace ascos a otras latitudes. «De Sierra a Espuña a Hong Kong, todo me encanta», ha advertido en alguna ocasión.
Aborrece a las personas que hacen daño de forma gratuita, y la bondad humana la encandila.
Esta murciana de excepción, aparte de una plática afable y una voz cadenciosa que recuerda el rumor de las acequias del lugar donde nació, reconoce que le gusta disfrutar de la vida. Sorbo a sorbo. «Tengo siempre presente el presente», la escuchan decir los miembros de su equipo, a los que considera su familia. Eso sí, le cuesta perdonar en el otro la deslealtad, el intentar hacer daño de forma gratuita, por maldad. En cambio, la bondad en el ser humano la desarma.
Un nombre familiar
Anda estos días Constanza preparando su salto a Europa, donde comienzan a reclamar sus creaciones, pero sin olvidar sus raíces. Es por ello que en septiembre presentará, como desde hace varias ediciones, nuevas propuestas con la iniciativa Bloque, en el Centro Párraga de Murcia. Y también ultima los preparativos para comercializar sus prendas. En privado, reconoce que lo suyo es el diseño y no la administración. Aunque también le encanta comer y, sin embargo, las ocupaciones le restan tiempo para ello. Eso sí, pese a ser ‘comiente’ nunca engorda, una característica que agradece.
A Constanza le pusieron ese nombre por tradición familiar. A ella le recuerda a su madre. Y la voz adquiere ciertos tonos de satisfacción cuando nombra a su familia. Esta murciana que está dibujando el futuro de la moda en el mundo no se considera una artista, si bien tiene una vertiente creativa de tanto calado que, en cuanto se descuide, acabará exponiendo sus creaciones en los museos. Tiempo al tiempo, que es precisamente lo que parece no sobrarle. Para ella no hay barreras. De hecho, advierte a los suyos de que algún día recuperá su grupo de música. Estén convencidos de que lo hará.
Fuente: https://www.laverdad.es/murcia/mujer-viste-superpoderes-20180715003717-ntvo.html