POR ANTONIO LUIS GALIANO PÉREZ, CRONISTA OFICIAL DE ORIHUELA (ALICANTE)
«Desde aquella primera fecha festividad del Santo portugués de Padua, hasta el día 24 de junio se incrementaron los contagios y los fallecimientos. Cuatro días después se colocó en lo alto de la torre de la Catedral el manto de la Virgen de Monserrate, observándose que al día siguiente la situación se suavizaba…»
Aún está reciente todo lo que sufrimos a nivel mundial con la dichosa pandemia de la Covid-19. Ha pasado poco tiempo y, de vez en cuando, se produce alguna nueva alerta teniendo que rescatar las mascarillas que tanto han dado y siguen dando de qué hablar debido a sus adquisiciones.
La Historia es testigo de estas epidemias que, se han llevado consigo a miles o millones de vidas humanas. Me viene a la memoria aquella película sueca de 1957, estrenada en Madrid cuatro años después, que lleva por título El Séptimo Sello, dirigida porIngman Bergman e interpretada por Max von Sydow. En ella, se nos introduce en la Europa del siglo XIV, en que entre los años 1347 y 1352, se vio atacada por la «peste negra» que dejó tras de sí, millones de pérdidas de vidas humanas. Una de las escenas que más me impactó en su momento y, aún sigo recordándola es aquella en que se muestra una rogativa con tullidos, flagelantes, cruces portadas por frailes entonando el «Dies irae» y un primer plano de un Crucificado patético que no puede olvidarse.
FUENTE: https://www.informacion.es/opinion/2024/12/01/rogativas-1834-orihuela-cronista-112237403.html