POR JOSÉ DIONISIO COLINAS LOBATO, CRONISTA OFICIAL DE LA BAÑEZA (LEÓN)
La ciudad de La Bañeza (León), recibió con gran dolor y consternación la noticia de la muerte de un hijo de ella, hallada en la población Afgana de Kabul, donde se encontraba prestando servicio nacional como policía dentro de la Embajada Española.
Isidro-Gabino San Martín Hernández, bañezano nacido en 1967, policía nacional, moría a los 48 años, en acto de servicio por el atentado terrorista que se caracterizó por su larga duración tras la explosión de un coche bomba contra la casa de invitados cercana a la Embajada.
Gran aturdimiento supuso para todos los bañezanos cuando tras las noticias nacionales y extranjeras nos llegaban del vil atentado y ataque talibán. Pero esta noticia se duplicaba y se me hacía más dura cuando, mi hijo Emilio me enseñó unas fotos que, junto a la segunda victima muerta, el subinspector de la Policía Nacional, Jorge García Tudela, se habían hecho en nuestra ciudad junto a otros amigos bañezanos-algunos de ellos en el cuerpo nacional de policía, y que guardaba en su álbum como recuerdo de un verano que pasó en nuestra ciudad.
Qué casualidad tiene la vida que, ambos héroes nacionales tuvieran relación con nuestra ciudad bañezana, uno, Isidro Gabino porque nació en ella, y el otro Jorge, porque viviera en ella algunos días de un verano feliz y de amistad. Y quien iba a pensar, que ambos, destacados como fuerza de elite y de seguridad en un país de riesgo, iban a encontrar también la muerte, evitando con ellas que la masacre fuera tal vez mayor.
Tras su repatriación y gran despedida en esa capilla ardiente habida en la Comisaría General de Canillas en Madrid, donde S. M. el Rey don Felipe VI, impusiera la más alta condecoración de la policía, medalla de oro a título póstumo al mérito policial, los restos de uno de ellos, los de Isidro Gabino Sanmartín, llegasen hoy a su ciudad natal de La Bañeza.
Multitud de amigos bañezanos y comarcanos, recibieron apenados en esa sala mayor que es nuestra Plaza, vigilando su cuerpo las almenadas torres enlutadas de sus atalayas civil y religiosa, bajo cuyo atrio, su párroco, don Jerónimo Martínez, recibía el féretro con su cuerpo que, envuelto en la enseña roja y gualda de la Bandera de España hacía su paseo al interior de la nave, entre docenas de compungidos compañeros.
Arropado se encontró nuestro héroe bañezano, por las autoridades presentes, María José Salgueiro, Delegada del Gobierno en Castilla y León; Rosa Valdeón, Vicepresidenta de la Junta de Castilla y León; Teresa Mata, Subdelegada del Gobierno en León, así como otros altos mandos y oficiales de la Policía Nacional, Ejercito y Guardia Civil. En representación de toda la ciudad, el alcalde don José Miguel Palazuelo Martín y su corporación, quienes tras el féretro penetraron en la iglesia de Santa María de la Plaza, en cuyo interior le esperaba el Vicario de la Diócesis de Astorga, monseñor don Marcos Lobato, quien se encargó de oficial la Santa Misa, acompañado por el párroco del Salvador don Arturo Cabo Carrasco, el sacerdote don José Luis Martínez y otros religiosos castrenses de la policía nacional.
En la homilía, don Marcos elogiaría el servicio y trabajo de estos héroes fallecidos en acto de servicio por su Patria, España, pero una gran ofensa a Diosa. Finalizó el acto religioso tras una multitud de aplausos, mientras hacia lo alto de las naves subían las notas musicales de un canto, de un himno heroico: “Santo Ángel de la Guarda/ que custodia los desvelos/ el Patrón de aquellos hombres/ que protegen a su pueblo…”.