POR JOSÉ-ANTONIO LINAGE CONDE, CRONISTA OFICIAL DE SEPÚLVEDA (SEGOVIA)
“Don Eulogio Horcajo empezó su sacerdocio de párroco en Riofrío de Riaza. Después fue capellán de las Concepcionistas Franciscanas de Lozoya, y luego de las de Guadalajara, de cuya comunidad era Sor Patrocinio, la llamada “monja de las llagas”. Las religiosas fueron expulsadas en la Revolución de Septiembre de 1868, y él se quedó solo manteniendo el culto en su iglesia hasta su vuelta al cabo de nueve años. A esa situación, y a la diferencia entre la parroquia y la capellanía, en el detalle de la sacristanía, aludía en estos versos festivos en los que se califica a sí mismo de sacristán. Que sus misas eran muy largas, se sabía bien en Sepúlveda, donde comentaban después: “Si alguien tenía prisa y salía don Eulogio se marchaba. Tres cuartos de hora”
He aquí los versos:
Estribillo
No se la dé Dios a nadie
la suerte de un Capellán
que principió siendo cura
y acabó por sacristán.
Grandemente colocado
de Párroco me veía,
pero hoy, Sor, en el día
ni me encuentro de monago.
La fortuna me llevó
a los montes Carpetanos,
y después de tres veranos
como al principio me hallé.
Melancólico me entraba
en aquellas pobres sierras,
al ver tan grandes miserias
y al ver que solo me hallaba.
Remediarlos aspiraba
con grande celo y afán,
mas, ¡ay! que faltando el pan
un imposible buscaba.
Todas mis aspiraciones
allí se vieron frustradas;
y con pagas atrasadas
perdí sotana y calzones.
Renunciar aquel destino
determiné, desde luego,
para buscar otro suelo
aunque fuera desatino.
Me hallaba en meditación
melancólico y suspenso,
cuando, de repente, vino
la noticia de un destino;
y era grande desatino
vivir en aquel rincón
con esperanza de ascenso,
teniendo colocación.
De mi aprisionado pecho
salen las tristes congojas
al verme ya, todo hecho,
digno capellán de monjas.
Al verme tan respetado,
entre mi interior decía:
mas quiero ser Sacristán
que en la sierra canongía.
Lindos trajes, y ornamento
limpio, planchado y curioso,
ponían en el Convento
al capellán perezoso.
Este apellido me daba,
porque tardaba en la Misa,
la gente…a quien contestaba:
-Meteos en la camisa.
Muy alegre y muy contento
Me hallaba ya en la Ciudad,
cuando un gran pronunciamiento
turbó el reposo y la paz.
Al punto nos amenaza
la crisis ministerial,
y suprime nuestra plaza
el partido liberal.
Y al gastarnos los ahorros
y los archivados reales
y al hallarnos sin socorro,
se ríen los liberales.
No se crea que esto es bulla,
ilusiones o lisonjas;
es cuanto me ha sucedido
con la expulsión de las monjas.
Aquí tenéis, en compendio,
la historia de un Capellán,
que principió siendo Cura
y acabó por Sacristán.
En prosa escribió don Eulogio la Cuenta de un Capellán económico. Es el reparto diario de sus gastos anuales. No sacó las cifras de los últimos apartados, dejándolos en blanco. La moneda es el real. Le copiamos:
Casa——————————————————-1,3/4
Ama——————————————————–1, ½
Chocolate para ambos————————————2
Carne y garbanzos, chorizo y tocino con verdura—-2,1/2
Leña———————————————————1, ½
Pan———————————————————–2
Calzar y vestir———————————————-1
Ropa de camas, manteles, toallas y muebles————1
Manteca y aceite para comer——————————1
Idem de aceite para lucir————————————1
Correo, con papel, sellos, tinta, etc————————1
Leña y carbón————————————————-1, ¼
Lavandera y traer agua—————————————1/4
Limosna——————————————————–1/2
9+1/2
Barbero, Médico, Botica; Tabaco, fósforos; Viajes.
EULOGIO HORCAJO MONTE DE ORIA