EL JURADO ESTUVO PRESIDIDO POR FRAN ROZADA, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS

La aldea de Vallobil se convirtió ayer en el séptimo Pueblo Ejemplar de Parres en una edición marcada por la ausencia de competidores. El jurado acordó distinguir a esta comunidad vecinal de menos de sesenta habitantes «por mantener en buen estado los elementos que forman parte de su tradicional patrimonio histórico -tanto civil como religioso- y cuidar la vida del vecindario mediante trabajos de sextaferia a lo largo del año».

El acta del jurado hace hincapié en la unidad vecinal detectada en un pueblo parragués, dedicado en su mayoría a la agricultura y ganadería. «Llegó a contar con salón de baile y concurrida bolera que mantiene y mima, lo mismo que hace con uno de los dos bares que en otro tiempo tuvo», ensalzan.

Además, algunos de sus vecinos estuvieron dedicados a oficios tradicionales como cesteros, maconeros o madreñeros, «ofreciendo sus servicios hasta tres fraguas, no activas en la actualidad, pero conservadas». Se destaca también la esencia rural y asturiana de sus barrios y quintanas, «cuidando para que ésta no se vea alterada por otros elementos fuera del citado contexto».

El jurado estuvo presidido por Fran Rozada, cronista oficial del concejo, y en esta ocasión contó con la participación de Olena Shaparenko (Club Natación Indaes), José Salgado (Club Tode) y Titu Manzano (Amigos de Parres).

El jurado animó al resto de pueblos, núcleos rurales, grupos humanos y asociaciones de ámbito rural del concejo para que presenten sus candidaturas en la próxima convocatoria, que permanecerá abierta del 15 de enero al 30 de octubre de 2020. Este año solo ha concurrido la citada candidatura de Vallobil. En las dos últimas ediciones se impusieron por su parte los pueblos de Llames de Parres y Sinariega.

Fuente: https://www.elcomercio.es/ – JUAN GARCÍA