POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Vanessa Cordero Duque es de Montijo. Vanessa es poeta y escritora. Es una mujer sencilla, tímida y humilde, tremendamente humilde, en estos tiempos que corren donde muchos egos no acaban de ser saciados. Desde su silencio, calladamente, sin hacer ruido, labra y faena cada día con la palabra que produce los versos en su alma inquieta: “A veces la vida abraza… a veces da razones… El lápiz y el papel siguen regalándome motivos para seguir caminando por la vida…”.
Hace unos días que Vanessa Cordero ha recibido el prestigioso premio “Amantes de Teruel” del Certamen Nacional de Poesía que lleva este título que ha llegado a su LVIII edición. Premio convocado por el Ayuntamiento de la ciudad de Teruel. El premio concedido a la poeta montijana lleva consigo la cantidad de mil ochocientos euros. ¿La culpa de recibir el mismo? el libro de poemas de Vanessa titulado “Donde los cuentos esquivan a los dinosaurios con dos cabezas”, en el que esta mujer poeta dice que se ha “limpiado, vaciado por dentro, ordenado el miedo y renovado el alma, las ganas y la fuerza de voluntad. Porque los dinosaurios de los que hablo en este libro no deberían existir ni en los cuentos, pero siempre habrá abrazos donde poder vencerlos”.
Según ha informado el Diario de Teruel, este año se han recibido 280 trabajos, frente a los 273 recibidos el año pasado. Los textos proceden de diferentes puntos de España, abarcando todas las comunidades autónomas, además de países como Uruguay, Colombia, Argentina, Cuba, Méjico, Francia, Alemania, Portugal y Reino Unido. Los premios se entregaron en el acto que dio inicio a las Fiestas del Ángel de la capital turolense.
Vanessa Cordero Duque es autora de los poemarios “Atrévete a sentirme”, “Del alma hoy hablo yo” y “La niña que dibujaba otoños en lunares sin olvido”. Lleva ya varios premios a lo largo del territorio extremeño y nacional; muchos de ellos muy importantes. Pero esta soñadora incansable, desde su humildad y timidez, escribe para decir que “el abrazo antes que el aplauso, la sonrisa en los pliegues de un gesto regalado, la verdad de la complicidad sin disfraces, el beso y el cariño por encima de todo… a eso aspiro… nada espero”.
Ana María, hermana de Vanessa, ante el premio recibido en la ciudad de Teruel ha sabido decirlo: “Su persistencia, la lucha, el esfuerzo, las noches en vela, horas y horas frente al papel han dado su fruto”. Y por mi parte escribo para decir que “en la ciudad de los amantes se puso sus mejores galas y sonrió”. Enhorabuena, Vanessa.