POR JOSÉ MANUEL ENCINAS PLAZA, CRONISTA OFICIAL DE LA VILLA DE VENTURADA (MADRID)
Tercera entrega del serial con el que José Manuel Encinas Plaza, cronista oficial de la villa de Venturada, narra la historia reciente de la localidad poniendo el foco en los cambios y mejoras que ha experimentado el municipio
Con la llegada del nuevo siglo, Venturada experimenta un crecimiento singular, más centrado en la calidad que en la cantidad. La población sigue en aumento, pero ahora es gente que busca establecerse de manera permanente en un lugar muy especial para vivir, es decir, primera residencia.
Hasta aquí, el caso de Venturada no parece distar mucho del de otras poblaciones de la zona. La especulación inmobiliaria de finales de los noventa y que no paró hasta la crisis económica de 2008, terminó por convertir a muchos pueblos serranos en ciudades dormitorio, pues el precio del suelo en la capital se disparó a niveles prohibitivos y aunque la sierra experimentó también un fuerte incremento, no era comparable al de Madrid.
Durante este periodo se produjo un fenómeno migratorio muy desarraigado, pues los nuevos empadronamientos ya no respondían al criterio de “me encanta este pueblo y quiero vivir en él” sino a la búsqueda de un lugar más asequible.
Sin que haya ninguna intención peyorativa, pues cada uno tiene el derecho a vivir donde pueda o le de la gana, la sierra absorbió una segunda oleada migratoria que en su mayoría era muy urbana, sin vocación alguna por disfrutar de este entorno privilegiado, al menos de momento.
Todos conocemos personas que de lunes a viernes aparecían por su nuevo domicilio en la sierra para dormir y poco más, tras finalizar su jornada. Llegado el fin de semana, desaparecían rumbo a la capital o periferia cercana para retomar el contacto con sus vínculos o raíces.
Muchos pueblos (no voy a decir cuáles) destrozaron su fisonomía con proyectos urbanísticos atroces. Avisperos de adosados, urbanizaciones de baja calidad y mal dotadas, calles diseñadas para ir en monopatín, recalificaciones en lugares de alto valor paisajístico cuando a poca distancia existían otros más adecuados, etc.
Ya no hablamos de esa sierra embellecida por el hombre, sino triturada por intereses especulativos. Por supuesto, este fenómeno negativo no afectó a todos los pueblos y Venturada se incluye entre los más afortunados.
EL MEJOR PUEBLO DEL MUNDO
Eso dicen muchos, pero entendámonos. Que nadie busque en esta calificación intención alguna de supremacismo o cosas por el estilo. Esta frase, que ya forma parte de “la marca Venturada”, indica la satisfacción de sus vecinos por vivir allí.
Es decir, que por poner un ejemplo, un vecino de Buitrago deL Lozoya también puede decir que su pueblo es el mejor lugar para vivir sólo por el hecho de que se siente a gusto y no lo cambiaría por otro lugar. No todos los pueblos de la sierra gozan de ese privilegio. Y es que el crecimiento urbanístico de Venturada no ha lesionado la imagen del pueblo ni del término.
Con una población que ya ronda los 2.500 habitantes, Venturada goza de unos servicios más acordes con poblaciones mayores. El trazado urbano es razonable, amplio, bien cuidado, rodeado de un entorno paisajístico envidiable.
Las construcciones son de calidad, no sólo en la emblemática urbanización de Cotos de Monterrey, sino también en el resto del municipio. Aparte de los servicios lógicos (atención sanitaria, comunicaciones…) cuenta con dos grandes polideportivos, incluida piscina, que desarrollan una constante actividad.
Desde Marzo de 2005 dispone de Policía Local, en número suficiente, desarrollando una intensa labor en beneficio de los vecinos. En su conjunto, la Venturada del siglo XXI se ha desmarcado de la mayoría de las poblaciones serranas, con urbanizaciones y servicios de calidad.
PUNTO DE REFERENCIA
Además de lo ya expuesto, Venturada es la sede de la Feria de la Sierra Norte, a la que cada vez acude más público, incluidas personalidades, como la presidente de la Comunidad de Madrid.
Otra de las referencias de Venturada es el edificio Venturada On-line, una maravilla de la arquitectura vanguardista que se integra perfectamente en el entorno natural que lo rodea por tres de sus fachadas, mientras que la principal preside la plaza de Cotos de Monterrey, un amplísimo espacio donde se han celebrado numerosos eventos.
Este edificio singular está dedicado a diversos propósitos, como coworking, cursos, eventos y exposiciones, una de ellas permanente, de maquetas a escala con las muestras más emblemáticas de su historia pasada, como la iglesia románica de Santiago Apóstol, cuya portada es la única de la Comunidad de Madrid que cuenta con los elementos ornamentales propios de dicho estilo.
FUENTE: https://elresurgirdemadrid.com/venturada-100-anos-capitulo-3/