POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
¡Vaya, hombre, vaya! ¡Bueno, hombre, bueno!…
¿Se dan cuenta? De momento, pese a los malos pronósticos del calendario maya, no parece que estemos «en el fin del mundo» y lo que sí es seguro es que entramos en «la nueva normalidad» donde, entre otras cosas, se permite estar en la playa «in puribus» (es decir, en pelotas) pero con «bozal» (mascarilla o tapabocas). «U séase»: «EN CEROKINI TRONCOABDOMINAL Y MONOKINI BUCAL».
¡Ay, la playa! Con sus gentes y sombrillas, con los niños jugando y lanzando arena a los cuatro vientos, con sus jóvenes «atletinos de pega» presumiendo de músculos, y con sus olas que van y vienen bañando cuerpos y dando sustos…
Luis Fernández Valdés, «Ludi», lo contaba así en su libro «UN KILO DE VERSOS» (Gijón 1915):
«Olas blancas, hirvientes y rumorosas,
que os dais a todas horas de cabezadas,
cese vuestra locura, sed más juiciosas
y es cuchad de mis labios cuatro gansadas.
Todas sabéis que en breves días
vendrán de muchos pueblos y capitales
gentes de muy diversas categorías
a mejorar sus regiones abdominales.
Es, por tanto, preciso que a todas horas
deis señales palpables y convincentes,
lo mismo a caballeros que a las señoras
de que estáis educadas y sois decentes…
Sed amables con todos los que a los baños
acudan animosos, más con aquella
que nos da tanta guerra todos los años,
no tengáis miramientos. ¡Duro con ella!
Cuando vaya a vosotras con gesto altivo
y sumerja sus piernas en vuestra orilla,
procurad que un cangrejo desaprensivo
la muerda traicionero la pantorrilla…»
Se nos fue la primavera y llegó el verano. ¡Vacaciones, oigan! Vacaciones y «findes» entre mar y monte, que hay gustos para todo y de todo regala Asturias y en Asturias, COLUNGA.
Dice un refrán marinero que «BOCARTE EN PRIMAVERA Y BONITO CUANDO QUIERA». Y un servidor, obediente siempre al saber popular, pues eso: a disfrutar de ese pescado «tan en su sazón» y tan propicio a múltiples guisos, frituras y asados.
Si días atrás, en CASA PRUDO, lo preparamos en rollo, hoy «toca» en GUISO CON ARBEYINOS. Mi bonito era de Llastres y los arbeyinos (guisantes), de Colunga (recolectados en mayo y que tenía congelados).
Lo preparamos así:
Troceamos 750 g de bonito (sin piel ni espinas) en porciones de tamaño medio y, sazonadas con sal, freímos en aceite hasta dorar. Las llevamos a una cazuela.
Añadimos un pisto hecho al modo acostumbrado con cebolla, pimiento rojo, ajo y tomate; caldo de pescado y medio vaso de fino andaluz. Dejamos cocer a fuego medio durante unos 10 minutos.
Agregamos seguidamente 250 g de arbeyinos (desgranados) a los que previamente dimos un hervor en agua con una cucharadita de azúcar. Siguen los hervores suaves durante 10 minutos más.
A última hora, en el momento se servir, sumamos unas patatinas, cortadas en cuadritos, fritas y unas rodajas finas de zanahoria cocida.