POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Si el sesentón es un carcamal, la Universidad de Oviedo es zancarrona; gran parte de su profesorado supera los 60 años.
Los departamentos más decrépitos, con catedráticos más viejos que un palmar, están en Filosofía: Estética y Teoría de las Artes, y en Medicina: Traumatología y Ortopedia; sus especialistas, no obstante, podrán cumplir años pero jamás llegarles la barba al suelo ni arrastrar los pies, a poco que apliquen sus enseñanzas.
Pero, ¿qué hay de aquello del consejo de ancianos, de la gerontocracia, del viejo investido de sabiduría, del papá del pueblo, del venerable, de los poderes mágicos que lo convertían en un semidiós, de esa edad avanzada pero productiva y lúcida, de ese veterano que vuelve a sentirse presocrático, de esa segunda naturaleza, esa capacidad de ver la espalda de las cosas?.
En cambio, así somos de contradictorios, llamamos Vetusta al equipo filial del Real Oviedo, Vetusta a la savia nueva.
Fuente: https://www.lne.es/blogs/la-mar-de-oviedo/vetusta.html