La Banda de Tambores y Cornetas de la Cofradía se mezclaba con las campanas del Barandales y lanzaba al aire el aviso de que llegaba la procesión en una tarde, hoy sí, plenamente primaveral.
Centenares de cofrades con túnica blanca y caperuz morado han abandonado la Catedral acompañando al Nazareno de San Frontis y a su Madre, la Virgen de la Esperanza, seguidos de las Bandas de Zamora y de la de Nacor Blanco, que interpretaron a la salida las marchas compuestas para ambas imágenes por Carlos Cerveró.
Uno, el Nazareno, regresaba a su casa, al otro lado del Duero, a hombros de sus hermanos de paso, con flores rojas y moradas a sus pies. La Virgen, por su parte, hermosamente adornada con flores blancas con detalles rosas y fucsias, se quedaba en el convento de Cabañales, de donde saldrá en la mañana del Jueves Santo para retornar a la Catedral acompañada por miles de mujeres. Su paso cortito y elegante, su manto sembrado de estrellas dejaban el verde rastro de la esperanza en las calles de una ciudad que siempre espera.
El corte en la Rúa ha provocado la modificación del itinerario de la procesión, con la inusual estampa del Nazareno y la Esperanza en los jardines de Antonio del Águila y en la Plaza de Arias Gonzalo, donde han tomado la calle del Silencio para desembocar en la Plaza de los Ciento y continuar su habitual discurrir por las calles hasta cruzar el Puente de Piedra.
Precediendo el paso de las imágenes, las catorce estaciones del Vía Crucis diseñadas por Antonio Pedrero con los paños que en su día estuvieron en la mesa de la Virgen. Cerrando la procesión, los pequeños «tamboritos», esa banda infantil de tambores que constituye una auténtica cantera.
Ya en el barrio de Cabañales ha tenido lugar la despedida entre el Nazareno y la Virgen, seguida por numeroso público y por cofrades de la Esperanza con su medalla de cinta verde en el pecho. Las imágenes se han reverenciado de forma pausada y elegante para seguir cada una, ya por separado, su camino.
A orillas del Duero en Zamora resonaba el rezo del Vía Crucis mientras al otro lado del puente, en el Barrio de la Horta, la Hermandad de las Siete Palabras preparaba su salida en procesión. Ana Pedrero