POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Escribo antes de la encerrona por las víctimas del atentado en Cataluña, que no son otras que los pobres españoles decadentes, donde los políticos, quienes deben defendernos, son la punta del iceberg, lo que menos pesa. Por un momento parecía que España podía capitalizar el terrorismo, que suele cambiar maneras de ver las cosas, no sería la primera vez, pero los tercos independentistas hacen de la necesidad virtud, de los mossos un ejército. ¿Dónde están nuestros servicios de inteligencia, los que se encargan de la integridad del territorio? Carecemos de un plan ideológico en esta guerra de secesión y, una tras otra, perdemos las batallas. Las víctimas de la yihad importan poco en esta otra confrontación desigual donde sólo lucha una parte, los rateros, hijos de Pujol. Entre tanto, Asturias (como el resto de esta España invertebrada) arrasa con el récord Guinness del culín y toca la gaita mientras arde Barcelona.
Fuente: http://www.lne.es/